Llorar no es pecado. Llorar también es una forma de desintoxicar los ojos. Entonces, ¿cuáles son las toxinas?
Las lágrimas son una especie de líquido que brota de los ojos de las personas cuando están tristes, demasiado excitadas o felices. Su sabor es ligeramente salado. Normalmente, una pequeña cantidad de solución salina transparente secretada por la glándula lagrimal se extiende entre el globo ocular y el párpado, haciéndolo húmedo y fácil de mover, y generalmente ingresa a la cavidad nasal a través del conducto nasolagrimal. Es un líquido transparente, incoloro, ligeramente ácido, compuesto mayoritariamente por agua (98,2), y contiene una pequeña cantidad de sales inorgánicas, proteínas, lisozima, inmunoglobulina A, sistema del complemento y otras sustancias.
Las lágrimas se dividen en dos categorías: lágrimas reflejas y lágrimas emocionales; las lágrimas emocionales contienen más proteínas que las lágrimas reflejas, y las lágrimas emocionales contienen una sustancia química que actúa como un analgésico. La lactoferrina y la beta-lisina de las lágrimas tienen funciones defensivas y pueden inhibir el crecimiento de bacterias. Además, la secreción de lágrimas favorece el metabolismo normal de las células y evita que las células formen tumores. Las lágrimas reflejas tienen una salinidad mayor que las lágrimas emocionales.
Las lágrimas no pueden explicar del todo el cambio de humor. Cuando objetos extraños, como polvo, entran en nuestros ojos, se producen grandes cantidades de lágrimas para eliminarlos. Además de contener una gran cantidad de agua, las lágrimas también contienen lisozima, inmunoglobulina, sistema del complemento, lactoferrina, β-lisina, etc., que pueden inhibir el crecimiento de bacterias. Por tanto, las lágrimas también tienen una función muy importante: la defensa.