El calor y la presión arterial son desobedientes en verano. ¿Qué consejos dan los expertos para ayudar a estabilizar la presión arterial?
Los adultos necesitan beber unos 2000 ml de agua al día. En verano, a medida que aumenta la temperatura, la tasa de metabolismo del agua en el cuerpo también se acelerará y la sangre deshidratada se volverá más espesa, lo que provocará un aumento de la presión arterial. Por tanto, el primer paso para controlar la presión arterial es reponer agua a tiempo. No bebas muchas bebidas carbonatadas, el agua hervida es la primera opción. Después de levantarse por la mañana, primero debe beber un vaso de agua tibia, que no solo puede reponer el agua faltante, sino también aliviar la viscosidad de la sangre y controlar aún más el aumento de la presión arterial.
El mediodía es el momento más caluroso del día. Evite salir a esta hora para evitar los peligros de la hipertensión arterial y la temperatura alta. Pero si debes salir, es necesario llevar protección solar, como sombrillas y sombreros para el sol. También es mejor llevar consigo una botella de agua para reponer agua a tiempo. No vayas a lugares calurosos y concurridos.
El verano es la estación en la que hay gran cantidad de frutas y verduras frescas en el mercado. Durante esta temporada la dieta no debe ser grasosa, siendo el alimento principal las verduras ligeras y frescas, y se debe reducir la ingesta de alimentos grasos y sal, lo que es muy beneficioso para el control de la presión arterial. Una ingesta excesiva puede provocar un aumento sostenido de la presión arterial. Debido a la gran diferencia de temperatura entre el interior y el exterior, los vasos sanguíneos se contraerán rápidamente después de salir y la presión arterial aumentará en consecuencia. En casos graves, incluso puede provocar un infarto cerebral. Por tanto, la temperatura interior debe controlarse en torno a los 26 grados.