Habla arrastrada y enunciación poco clara.

Debido a que los músculos de la garganta y la pronunciación no pueden moverse libremente, la respiración no se puede coordinar con la pronunciación, el habla tartamudea o arrastra las palabras y algunos incluso simplemente abren la boca y no escuchan. Desde la perspectiva de la patogénesis, el trastorno del habla es causado principalmente por un cierre deficiente de las cuerdas vocales y una mala coordinación de la lengua, los dientes y otros órganos vocales. En todos estos problemas es muy importante el entrenamiento funcional de los músculos de la lengua.

El entrenamiento de la función del músculo tangual incluye principalmente los siguientes pasos. Los padres pueden supervisar a sus hijos para que lo hagan a tiempo todos los días.

1. Engancha la punta de la lengua. La punta de la lengua se presiona entre las encías superiores y el paladar duro y luego se engancha nuevamente al paladar blando.

2. Estira la punta de la lengua. Abre la boca para que quepan dos dedos de un adulto. Luego saca la lengua de la boca, enganchala hacia atrás y repite la primera acción.

3. Las mejillas internas a ambos lados de la punta de la lengua. La punta de la lengua empuja la mejilla hacia la izquierda y hacia la derecha en la boca.

4. Envuelve la punta de tu lengua alrededor de tus labios. La punta de la lengua gira 360 grados entre los labios y los dientes.

5. Gira la lengua. Los dientes presionan contra la punta de la lengua, girando la lengua hacia los lados y sobresaliendo de las comisuras izquierda y derecha de la boca.

6. Mueve la lengua. Párese de forma natural, con la cabeza gacha y la lengua fuera de la boca de forma natural. Gire la cabeza para que la lengua se mueva hacia la izquierda y hacia la derecha.

Los seis pasos anteriores están entrelazados. Los pacientes hacen esto al menos cinco veces al día y cada paso dura al menos 1 minuto. Esto puede aumentar la elasticidad del cuerpo de la lengua, permitiendo que el cerebro genere señales nerviosas que pueden controlar de manera flexible el cuerpo de la lengua, logrando así el propósito de hablar con fluidez.