¿Cómo demostrar que los productos sanitarios son una estafa?
Primero consulte la lista de ingredientes de este producto para la salud para comprender los efectos de varios ingredientes.
Muchos productos para el cuidado de la salud contienen algunos ingredientes aparentemente de alta gama, pero en realidad no tienen funciones para el cuidado de la salud o tienen funciones muy limitadas. Por ejemplo, algunos productos para la salud afirman ser buenos para las enfermedades cardiovasculares y pueden contener algunos compuestos de taninos, pero se ha demostrado que estas sustancias tienen efectos muy limitados sobre la salud cardiovascular en experimentos de laboratorio. Por lo tanto, cuando las personas mayores compran productos para el cuidado de la salud, deben revisar cuidadosamente la lista de ingredientes y preguntar más sobre ingredientes desconocidos para ver si este ingrediente realmente tiene efectos para el cuidado de la salud.
En segundo lugar, compruebe si el producto sanitario ha sido aprobado por el departamento de regulación de medicamentos.
Por ejemplo, algunos productos especiales para la salud, como los que regulan el azúcar y los lípidos en sangre, requieren la aprobación de la Administración Estatal de Productos Médicos antes de poder venderse legalmente. Si estos suplementos no son aprobados, no hay forma de demostrar su autenticidad.
En tercer lugar, consulta el eslogan publicitario de este producto sanitario.
En el caso de algunos productos sanitarios, sus eslóganes publicitarios suelen ser engañosos. Por ejemplo, algunos productos para la salud promueven la longevidad y tienen mitos sobre la inmortalidad, pero no existe ninguna base científica ni datos de investigación que respalden esta afirmación. Por tanto, al analizar el lenguaje de promoción de productos sanitarios, podemos encontrar problemas y lagunas.
Por lo tanto, para demostrar que ciertos productos para la salud son engañosos para las personas mayores, es necesario comprender en detalle los ingredientes de los productos para la salud y si han sido aprobados por el departamento regulador de medicamentos. Al mismo tiempo, debemos tener una comprensión profunda de si las palabras de su propaganda son verdaderas y creíbles. Sólo así podremos evitar mejor que se engañe a las personas mayores.