Cómo proteger tus pulmones

Practicar el acondicionamiento de forma sencilla es muy beneficioso para el cuerpo.

1. Dobla tu cuerpo. Siéntate derecho, relájate y respira de manera uniforme. Luego, cruza los pies de forma natural, inclínate y apóyate con ambas manos, de modo que el cuerpo se levante de 3 a 5 veces, que es 1 vez. Se puede repetir de 3 a 5 veces según la fuerza física de cada persona. Tenga en cuenta que ambos brazos deben estar apoyados con fuerza. Es recomendable contener la respiración sin respirar al ejercer fuerza. Doble lo más posible al levantar el cuerpo; cruce las piernas de forma natural y evite apoyarse en las extremidades inferiores para sostener el cuerpo, por lo tanto, utilice los brazos, no las piernas; Este método puede dragar el qi pulmonar y los pulsos pulmonares, regular el qi pulmonar y regular el daño pulmonar causado por el viento maligno y la deficiencia de qi pulmonar.

2. Masaje de espalda. Siéntese erguido, naturalmente erguido, cierre ligeramente los ojos, relájese, mantenga las manos vacías y golpee de 3 a 5 veces a cada lado del centro y los lados de la espalda.

Contenga la respiración cuando se golpee la espalda. Al mismo tiempo, golpee sus dientes de 5 a 10 veces y trague lentamente el líquido corporal varias veces. Al darle palmaditas en la espalda, hágalo de abajo hacia arriba, luego de arriba a abajo, a lo largo de la espalda, y así sucesivamente. Golpea primero el centro de la espalda, luego los lados izquierdo y derecho. Este método puede limpiar el aire del pecho, dragar los meridianos de la espalda, prevenir resfriados y, al mismo tiempo, fortalecer los pulmones y nutrirlos.

3. Frótate la garganta. Con la parte superior del cuerpo recta, puede sentarse derecho, levantar la cabeza, enderezar el cuello y masajear las manos a lo largo de la garganta hasta llegar al pecho. Masajee 20 veces con ambas manos alternativamente, lo que se puede hacer 2-3 veces seguidas. Presta atención al masaje, con el pulgar y otros cuatro dedos bien abiertos, con la boca del tigre mirando hacia la garganta. Puedes presionar hacia abajo desde la barbilla, pero usa la fuerza adecuada. Este método puede beneficiar la garganta y tiene el efecto de aliviar la tos y reducir la flema.