¿Con qué frecuencia es apropiado que los niños se sometan a exámenes de la vista?
Primer examen de la vista: 3-6 meses después del nacimiento.
Asegúrese de que los ojos del niño no tengan lesiones orgánicas congénitas graves. Las personas con antecedentes familiares de enfermedades oculares, bebés con bajo peso al nacer y bebés prematuros deben prestar especial atención a este cribado.
Segundo cribado de la vista: 3 años
En esta ocasión se examina principalmente a niños para detectar problemas refractivos, como hipermetropía, astigmatismo, estrabismo, ambliopía, etc.
A través del desarrollo refractivo del niño, también podemos descartar a personas con una mayor probabilidad de miopía en el futuro, como personas con menos hipermetropía (la hipermetropía normal a esta edad debe ser de 250 a 300 grados), los padres con miopía, etc.
El tercer examen de la vista: 2-6 años
Esta edad es un período crítico para el desarrollo ocular y el período más crítico para prevenir la miopía.
Antes de que se produzca la miopía, las actividades adecuadas al aire libre son especialmente efectivas para prevenir la miopía.
Los padres deben llevar a sus hijos a participar en actividades al aire libre durante al menos dos horas todos los días. Lo mejor es dividir estas dos horas en varios tiempos.
El cuarto examen de la vista: 6 o 7 años
El poder refractivo normal del niño en este momento debe ser de 100 a 150 grados de hipermetropía.
A partir de este momento, el niño necesita acudir al Centro de Control y Prevención de la Vista para un examen de la vista cada tres a seis meses.
El quinto examen de la vista: de 6 a 16 años
Esta edad es el período en el que es más probable que empeore la miopía, y es un período crítico para controlar el desarrollo de miopía.
Si el niño no es miope, continúe con buenos hábitos oculares y continúe insistiendo en dos horas de actividades al aire libre todos los días.