¿Pueden las mujeres embarazadas comer pasta de camarones?
En las zonas costeras del sudeste de China, a la mayoría de la gente le gusta comer pasta y aceite de camarón. El sabor de la pasta de camarones y el aceite de camarones pueden estimular el apetito y así aumentar el apetito. Sin embargo, debido al alto contenido de nitrito de amonio, su consumo regular puede provocar cáncer. Un paciente de Jiangsu desarrolló el hábito de comer pasta de camarones a lo largo de los años. Como resultado, contrajo accidentalmente cáncer de hígado, que estaba relacionado en gran medida con su dieta. Por eso, por la salud de tu bebé, es mejor evitar comer demasiado.
La pasta de gambas es común en las zonas costeras de Corea y China. Generalmente se usa para hacer salsa, los camarones se usan como materia prima y se les agrega sal para fermentarlos hasta obtener una salsa viscosa. Tiene un sabor salado y una especie de pasta de camarón, que se seca en trozos y se vende en el mercado. Tiene un sabor delicioso y único, más rico que la pasta de camarones. Debido a que los camarones contienen mucho calcio, es más fácil de digerir y absorber por el cuerpo humano después de la descomposición.
Precauciones dietéticas durante el embarazo:
1. No apto para dietas altas en grasas de larga duración.
Durante el embarazo, las mujeres embarazadas necesitan aumentar adecuadamente su ingesta de grasas. Sin embargo, si las mujeres embarazadas consumen una dieta rica en grasas durante mucho tiempo, el riesgo de cáncer del sistema reproductivo fetal aumentará inevitablemente. El consumo prolongado de alimentos ricos en grasas aumenta la concentración de ácidos biliares y colesterol neutro en el intestino grueso. Al mismo tiempo, los alimentos ricos en grasas pueden aumentar la síntesis de prolactina y promover la aparición de cáncer de mama, lo que es perjudicial para la salud de las madres y los bebés.
2. No es aconsejable un consumo excesivo de proteínas.
Según la investigación médica, el suministro insuficiente de proteínas debilita a las mujeres embarazadas, el feto crece lentamente, la recuperación posparto es lenta y la secreción de leche es escasa. Por lo tanto, el requerimiento diario de proteínas de una mujer embarazada debe alcanzar los 90-100 g. Sin embargo, una dieta rica en proteínas a largo plazo durante el embarazo afectará el apetito de las mujeres embarazadas, aumentará la carga sobre el tracto gastrointestinal y provocará fácilmente distensión abdominal, pérdida de apetito, mareos, fatiga y otros fenómenos.
3. La dieta alta en azúcar no es adecuada.
Las mujeres embarazadas con niveles altos de azúcar en sangre son propensas a dar a luz fetos con sobrepeso, lo que también puede provocar malformaciones congénitas fetales y toxemia durante el embarazo. Un gran número de estudios médicos han demostrado que comer demasiada azúcar debilitará la inmunidad del cuerpo y reducirá la resistencia a las enfermedades de las mujeres embarazadas, haciéndolas vulnerables a la invasión de bacterias y virus, lo que no favorece la eugenesia ni la atención posnatal.