¿Cómo distinguir correctamente entre enfermedades fúngicas y bacterianas?
Entre las enfermedades infecciosas de los cultivos, se encuentran principalmente enfermedades fúngicas y bacterianas, de las cuales las enfermedades fúngicas representan aproximadamente el 80% de las enfermedades. Dado que las enfermedades fúngicas y bacterianas tienen diferentes fuentes de patógenos, sus métodos de prevención y tratamiento y el uso de medicamentos también son completamente diferentes. Por tanto, el correcto diagnóstico e identificación de estas dos enfermedades es la clave para prevenir y tratar estas dos enfermedades. El diagnóstico se basa principalmente en los síntomas y características de dos enfermedades:
1. Enfermedades fúngicas
1. A menudo hace que las células se hinchen y se dividan, lo que hace que el área lesionada se hinche o duela.
2. Hongos de los géneros Mildiu y Cladosporium. A menudo causa mildiú velloso, hongos saprofitos y hongos parásitos débiles, provocando necrosis tisular en órganos de almacenamiento como flores, frutos, tubérculos y tubérculos de cultivos.
3. Oídio en hongos Ascomycota. Hay una capa de moho blanco o gris debajo de las hojas hospedantes que cubre todas las hojas, y luego se esparcen manchas negras.
4. Hongos Ustilago y hongos de roya del subfilo Basidiomycota. Puede provocar tizones y óxido.
5. Hongos del orden Hemiptera. Provoca necrosis del tejido del huésped, en la que los hongos patógenos de Asspora invaden principalmente las raíces y bases del tallo, provocando pudrición de la raíz y de la base del tallo.
6. Hongos causantes de esporas. Ataca principalmente el tejido de dragado de los cultivos y provoca enfermedades sistémicas de toda la planta, como marchitez por fusarium, marchitez por verticillium, etc.
7. Melanocercospora de la clase Coelomycetes. Sus síntomas son los del ántrax, con puntos negros dispuestos en anillos concéntricos y algo de secreción de moco rosado o blanco.
8. Hongos coccidios. Los síntomas se dividen en muchos tipos: tipo mancha, que daña principalmente las hojas; tipo úlcera, que daña principalmente los tallos y ramas, que forma pudrición seca o húmeda en las partes lesionadas.
Debido a que existen tantos tipos de enfermedades fúngicas, los síntomas de las enfermedades también varían. Sin embargo, todas las enfermedades fúngicas, sin importar dónde ocurran o cuáles sean sus síntomas, tienen hifas y esporas en condiciones de humedad. Ésta es la base principal para juzgar las enfermedades fúngicas.
En segundo lugar, las enfermedades bacterianas
Las principales manifestaciones de las enfermedades bacterianas son la necrosis y la descomposición, el marchitamiento y la deformidad. La necrosis, la descomposición y las deformidades son el resultado de la destrucción bacteriana de las delgadas paredes celulares. En sus hojas con venas reticulares, las lesiones aparecen poligonales con un halo amarillo alrededor. Las lesiones en el tejido hipertrófico o en los frutos son en su mayoría de forma redonda. En el tejido blando y jugoso, la muerte del tejido es susceptible a la descomposición. Después de que algunas partes mueren, desarrollan lesiones que promueven y forman tumores, principalmente en raíces o tallos. El marchitamiento es el resultado de la infección celular del haz vascular y puede ocurrir localmente o completamente. Una vez destruidas las células del haz vascular, el agua y los nutrientes no pueden transportarse normalmente, lo que provocará que la planta se marchite y muera. Las enfermedades celulares no tienen hifas ni esporas, y no hay moho en la superficie de la lesión, pero hay pus bacteriano (para eliminar las bacterias del cáncer de raíz) que se desborda y la superficie de la lesión es lisa, que es la base principal para el diagnóstico. enfermedades bacterianas.
Los anteriores son los principales signos distintivos para diagnosticar estas dos enfermedades, y conviene distinguirlos cuidadosamente. La selección correcta de agentes de control puede reducir al máximo el daño de estas dos enfermedades.