¿A qué edad pueden los bebés tomar pastillas de azúcar contra la polio?
Cuando el niño tiene 2 meses, debe tomar la primera pastilla de azúcar contra la polio. Esta pastilla de azúcar se usa para prevenir la enfermedad de la polio. Si no toma esta pastilla de azúcar, el niño sufrirá la enfermedad de la polio. El peligro de parálisis era grande.
La poliomielitis, médicamente conocida como “poliomielitis”, es causada por el poliovirus. Este virus ingresa al tracto gastrointestinal a través de la boca y puede invadir el asta anterior de la médula espinal, provocando parálisis de las extremidades y discapacidad de por vida.
La vacuna contra la polio, también conocida como pastillas de azúcar contra la polio, está hecha de poliovirus atenuado. Después de que los niños tomen las pastillas de azúcar por vía oral, formarán anticuerpos contra el virus de la polio en sus cuerpos y evitarán la enfermedad. Por ello, todo niño debe tomarlo a tiempo y dentro del tiempo prescrito.
Según el programa de vacunación, los bebés a partir de los 2 meses comenzarán a recibir la primera dosis de la vacuna mixta trivalente contra la polio, y cuando tengan entre 3 y 4 meses recibirán la segunda y tercera dosis. respectivamente 4 Tómalo nuevamente cuando tengas 1 año. De esta manera, podrá obtener una inmunidad más fuerte contra el poliovirus y evitar la polio.
Las pastillas de azúcar deben administrarse al niño inmediatamente y no deben dejarse solas para evitar que se vuelvan ineficaces. El método para tomarlo es: triturar las pastillas de azúcar en pedazos, disolverlas en agua fría, nunca disolverlas en agua caliente, para evitar quemar el virus en las pastillas de azúcar y perder su función inmune, y luego dárselas al niño con una cuchara pequeña. No le dé agua caliente dentro de 1 hora después de tomar el medicamento.
¿En qué circunstancias no se pueden tomar pastillas de azúcar? Los bebés que hayan tenido recientemente fiebre, diarrea o que tengan inmunodeficiencias congénitas u otras enfermedades graves no deben tomarlo para evitar provocar reacciones adversas o agravar la afección.