¿Qué debo hacer si a mi hijo no le gusta hablar?
Por qué a los niños no les gusta hablar 1. Falta de motivación comunicativa. Algunas familias se centran en los niños y satisfacen las necesidades de sus hijos casi incondicionalmente. Siempre hay alguien que juega con sus hijos. Cuando los niños tienen a alguien cerca todo el tiempo, les resulta difícil sentirse motivados para jugar con sus compañeros. Algunos niños solo están dispuestos a interactuar con adultos, porque los adultos siempre les dejan espacio para interactuar con sus compañeros, por lo que necesitan coordinarse y discutir, e incluso encontrar formas de resolver conflictos. Para "evitar problemas", prefiere asociarse con adultos.
2. Haber experimentado fallos de comunicación. Algunos niños se muestran reacios a interactuar con sus compañeros porque han tenido experiencias negativas, como el acoso de sus compañeros. Utilizan la evasión para protegerse del daño. Para este tipo de problema, los padres deben observar atentamente, descubrir el meollo del problema y luego "recetar el medicamento adecuado". Si un niño ha sido intimidado por sus compañeros, es posible que los padres deseen guiarlo directamente a interactuar con sus compañeros dos o tres veces para "animarlo". Cuando los niños aprenden habilidades de comunicación y experimentan el placer de comunicarse, los padres pueden dejar de hacerlo.
3. Razones del carácter. Algunos niños, afectados por la herencia o por sus propios rasgos de personalidad, son introvertidos y no están dispuestos a tratar con los demás, y sólo les gusta lidiar con las cosas. Los padres pueden guiar a estos niños, pero no esperen que esto suceda de la noche a la mañana. Los padres deben hacer todo lo posible para guiar a sus hijos a tener más contacto con sus compañeros, de lo contrario los niños perderán una forma muy importante de aprender.
¿Qué debo hacer si a mi hijo no le gusta hablar1? Los padres deberían enseñar a sus hijos a hablar más. Cuando haya invitados o amigos en casa, debes decirle a tus hijos cómo dirigirse a los demás y qué decir, como por ejemplo hola tía, por favor siéntate, tía, etc. De esta forma, después de que el niño hable con alguien que no conoce, no será tímido la próxima vez que se encuentre con un extraño.
2. A algunos niños no les gusta hablar, tal vez porque son demasiado introvertidos. Los padres deben encontrar formas de hacer que sus hijos sean más activos. Por lo general, puede llevar a sus hijos a participar en algunas actividades entre padres e hijos o salir a caminar en lugares concurridos, para que sus hijos aprendan a dejarse llevar y a estar menos restringidos.
3. Los padres son los mejores maestros de sus hijos. Creo que todo el mundo ha oído esta frase, pero hay algunos que la hacen bien. Los padres deben hablar más delante de sus hijos, comunicarse más con sus hijos y no ser reticentes. A los niños les encanta imitar a los adultos. Quizás al niño no le gusta hablar, pero se deja influenciar por sus padres. Con el tiempo, se convertirán en un hábito.
4. A algunos niños les gusta especialmente mirar el móvil en casa después del colegio, y pueden mirarlo durante horas o incluso un día, lo que provoca que los niños no hablen durante mucho tiempo y se reduzca. la oportunidad de llevarse bien con niños de la misma edad. Los padres deben prestar más atención a estos niños, dejarles ver menos televisión y animarles a salir a jugar más con sus hijos.
5. La sensación de seguridad también es importante. A algunos niños no les gusta hablar, tal vez porque se sienten inseguros y a la defensiva con respecto a los demás, por lo que no quieren expresar sus pensamientos internos. Los padres no pueden centrarse sólo en trabajar y ganar dinero, deben dedicar más tiempo a cuidar, amar y acompañar a sus hijos, haciéndoles saber que sus padres los aman y se preocupan por ellos.
¿Es autismo si a un niño no le gusta hablar? El autismo, también conocido como autismo, es un trastorno del desarrollo causado por un trastorno del sistema nervioso. No pueden participar en la expresión del lenguaje ni en actividades sociales normales y, a menudo, realizan acciones y comportamientos estereotipados y repetitivos. A los niños con autismo también se les conoce como "niños con estrellas". Son como estrellas en el cielo, cada una en su propio planeta, brillando una a una en un lugar lejano, visible e intangible. Los pacientes autistas son diferentes de la gente común en inteligencia, emoción y comportamiento, pero su estructura cerebral es la misma que la de la gente normal. Sin embargo, la comunidad académica aún no ha descubierto la causa específica de la enfermedad.
Mucha gente piensa que el autismo es depresión, pero hay una gran diferencia entre ambos. El autismo es un problema de desarrollo fisiológico y es congénito. La inteligencia del paciente va por detrás de la de la gente corriente. La depresión es una enfermedad mental. La inteligencia del paciente es igual o incluso superior a la de la gente normal. La depresión se puede tratar con medicamentos y asesoramiento.
Aún existe un malentendido común: se cree que ser retraído y no hablar bien es autismo. Por eso, algunos genios científicos y artísticos de la historia, como Einstein y Van Gogh, fueron etiquetados como autistas. etiqueta de enfermedad. De hecho, esto está mal. Ser retraído no es un criterio fiable para juzgar el autismo. Muchas personas con una inteligencia extraordinaria suelen ser sensibles o introvertidas, sus emociones son diferentes a las de la gente común y se retraen fácilmente. El primer criterio para el autismo es si su desarrollo intelectual es normal.
Puede haber muchas razones por las que a un niño no le gusta hablar. Por lo tanto, una vez que los padres descubren que a su hijo no le gusta hablar, deben intentar comunicarse con él con paciencia y prontitud, y. luego hacer correcciones según los motivos en lugar de obligar ciegamente al niño a hablar, esto sólo será contraproducente.