Los bebés comen huevos. ¿Lo hiciste bien?
Las yemas y las claras del huevo son diferentes.
La yema de huevo es una fuente de proteínas de alta calidad, pero también es uno de los factores alergénicos. Se recomienda añadir yemas de huevo a partir del octavo mes de vida del bebé, empezando por una cuarta parte y aumentando progresivamente hasta una. Se recomienda agregar claras de huevo después de que el bebé cumpla un año, porque la albúmina de las claras de huevo tiene un peso molecular pequeño y puede provocar reacciones alérgicas.
Ten cuidado cuando estés resfriado.
Cuando un niño se resfría, no se recomienda comer huevos y carne si el resfriado del niño es causado por estancamiento. Los niños resfriados u otros resfriados leves no tienen problemas para comer huevos. Para los niños con alergias o las personas que siempre se han sentido incómodas comiendo huevos, es mejor evitar comer huevos cuando están resfriados.
No apto para freír
¡No es apropiado alimentar a tu bebé con huevos fritos! El aceite a alta temperatura quemará parte de la proteína, afectando el valor nutricional y afectando el sistema digestivo del bebé.
Moderado es mejor.
Los huevos contienen mucha proteína, y un huevo al día es suficiente para tu hijo. La yema de huevo no sólo es rica en proteínas de alta calidad, sino que también favorece el desarrollo intelectual de los niños. Sin embargo, un consumo excesivo puede provocar trastornos metabólicos, por lo que es mejor consumirlo con moderación.