Displasia de cadera infantil: afecta a muchos aspectos de la salud
Marcha anormal
La displasia de cadera puede provocar una marcha anormal en los bebés, como balanceo, cojera, etc., afectando sus actividades diarias y su capacidad atlética. Estos problemas pueden empeorar o incluso provocar una discapacidad.
El crecimiento óseo se ve afectado.
La displasia de cadera también puede afectar el crecimiento y desarrollo óseo del bebé. Debido a la dislocación o movimiento anormal de la articulación de la cadera, los huesos de las piernas del bebé pueden verse afectados, causando problemas como longitud inconsistente de las piernas y varo de la rodilla. Estos problemas pueden afectar las proporciones y la apariencia del cuerpo del bebé e incluso causarle estrés psicológico.
Riesgo de complicaciones
La displasia de cadera también puede causar otras complicaciones. Debido a que la articulación de la cadera es inestable, los bebés tienen más probabilidades de caerse y lesionarse. Al mismo tiempo, debido a una posición o movimiento anormal de la articulación de la cadera, los músculos lumbares del bebé también pueden verse afectados, provocando lumbalgia y dolor de espalda.
La intervención temprana es importante.
La displasia de cadera se puede prevenir y tratar. Si los padres descubren que sus hijos tienen síntomas de displasia de cadera, deben buscar tratamiento médico lo antes posible y recibir tratamiento profesional. El tratamiento temprano puede ayudar a los bebés a recuperar la función normal de la cadera y prevenir problemas y complicaciones posteriores.