Lavado de cara para bebés: Lavarse la cara con leche es potencialmente peligroso.
Utilizar leche materna para lavarse la cara es potencialmente peligroso.
Las ricas proteínas y grasas de la leche proporcionan un "refugio" para las bacterias, pero la piel del bebé es tan delicada y transparente que las bacterias pueden entrar fácilmente y provocar enfermedades como la foliculitis. Si no se trata, también puede provocar infecciones sistémicas como la sepsis.
La leche puede incomodar a los bebés.
La leche forma una película en la cara del bebé, lo que puede hacer que el bebé se sienta incómodo y afectar el movimiento de los músculos faciales.
Lo más seguro es lavar con agua tibia.
La forma más segura y sencilla es utilizar agua limpia y tibia. Si la piel de tu bebé está seca, puedes aplicarla con una toalla tibia, aumentar la frecuencia y el tiempo de lavado de cara adecuadamente y luego aplicar una crema humectante especial a tu bebé.
La salud de tu bebé no es un asunto menor.
Recuerda que la salud de tu bebé no es un asunto menor. ¡Cuidémoslos de forma científica!