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Cómo tratar los malos hábitos de tu bebé

¿Cómo tratar los malos hábitos de tu bebé?

Los niños siempre tendrán algunos pequeños malos hábitos cuando crezcan. Como padre, si no lo corrige a tiempo, una vez que el hábito se vuelve natural, será difícil romperlo. ¿Cómo deben afrontar los padres los malos hábitos de su bebé?

1. Interrumpe la conversación

La próxima vez, antes de llamar o charlar con un amigo, dile a tu hijo que se calle y no te interrumpa. Si te molesta mientras hablas, puedes señalar una silla y pedirle que se siente en silencio y espere pacientemente a que termines. Luego dígale que interferir con los demás no le dará lo que quiere.

2. Comportamiento agresivo

Cuando un niño se comporta de manera agresiva, los padres deben detenerlo lo antes posible y decirle: "Pegar está mal, no podemos hacer esto". Personas". Sólo guiando correctamente a los niños para que desahoguen sus emociones podrán cambiar el mal hábito de golpear a los demás. Si el niño aún comete errores, se pueden imponer castigos menores, pero los padres deben dar el ejemplo e influir en sus hijos de forma sutil.

3. Fingir no escuchar.

Cuando hablas, el niño te mira y responde “sí”, le toca el hombro, dice su nombre, apaga la música de la tele, etc., ayudará a atraer la atención del niño. Si tu hijo aún desobedece, cuéntale cuáles serán las consecuencias. En resumen, los padres deben intentar no ceder, de lo contrario. El niño continuará con este mal hábito.

Pérdida de los estribos

Cuando un niño quiera perder los estribos, asegúrese de decirle claramente: "Es inútil perder los estribos. Si no pierdes los estribos, Vuelve y habla de ello ". Entonces. Los padres deben perderse de vista a tiempo para evitar que sus hijos se aburran. Espere hasta que el niño se calme antes de intentar razonar con él. Por ejemplo, hablar sobre los requisitos y lo que puede satisfacerlos puede ayudar a los niños a cambiar su temperamento. A menudo no tiene sentido persuadir a un niño cuando llora.

Exagerar la verdad

Cuando un niño diga una mentira, siéntate a su lado y dile a quemarropa que si siempre miente la gente no le creerá, igual que "Lobo" Aquí viene la misma historia. Cuando el niño mentiroso realmente llegue, nadie le creerá ni le ayudará. Observa las motivaciones de tu hijo para mentir y no permitas que sus pequeñas mentiras sigan triunfando.

En definitiva, seguimos instaurando buenos hábitos en nuestros hijos, lo cual es más fácil decirlo que hacerlo. El proceso de establecimiento de buenos hábitos requiere de nuestro compañerismo y supervisión para guiar a los niños a repetirlo muchas veces.

Muchas veces, la calidad de vida depende de los hábitos. Si tienes muchos buenos hábitos, equivale a ahorrar dinero de por vida. Si tienes muchos malos hábitos, le debes mucho a la vida. Espero que los padres puedan ser pacientes y ayudar a sus hijos a establecer muchos buenos hábitos.