¿Cuáles son las opciones de tratamiento para el prolapso uterino? Síntomas de prolapso uterino leve.
Los casos leves generalmente son asintomáticos, mientras que los casos graves pueden presentar dolor lumbosacro o sensación de hundimiento y pueden protruir tumores vaginales. Este es un trastorno de disfunción del suelo pélvico. El prolapso uterino se debe principalmente a la relajación y debilidad de la fascia pélvica, los ligamentos y los músculos, lo que debilita el soporte del útero. Las causas del tejido de soporte flojo y débil incluyen traumatismos durante el parto, envejecimiento, etc. Los partos vaginales múltiples y los antecedentes familiares de prolapso uterino son factores de alto riesgo de prolapso uterino. Generalmente, aquellas con prolapso leve pueden ser asintomáticas, mientras que aquellas con prolapso severo pueden tener dolor lumbosacro o sensación de hundimiento, y puede haber tumores protuberantes en la vagina. Puede ir acompañado de anomalías urinarias y defecativas. Los tratamientos no quirúrgicos son la primera línea de tratamiento para el prolapso uterino e incluyen el uso de aparatos ortopédicos, rehabilitación del piso pélvico y asesoramiento conductual. Es adecuado para pacientes con prolapso severo que desean preservar la función reproductiva, no pueden tolerar el tratamiento quirúrgico o no están dispuestos a someterse a un tratamiento quirúrgico. Los objetivos del tratamiento son aliviar los síntomas, aumentar la fuerza, la resistencia y el soporte de los músculos del suelo pélvico, prevenir el empeoramiento del prolapso y evitar o retrasar la intervención quirúrgica.
Se puede considerar el tratamiento quirúrgico en pacientes con prolapso extrahimenal sintomático.