¿Pueden las mujeres embarazadas comer barbacoa? ¿Qué impacto tiene comer barbacoa en las mujeres embarazadas y en los fetos?
Durante el embarazo, que las mujeres embarazadas coman barbacoa tendrá un impacto en el feto. Aunque la comida a la parrilla es deliciosa, no es saludable y las condiciones de higiene son desiguales. Especialmente la barbacoa, la carne quemada es fácil de causar cáncer y la carne poco cocida es fácil de infectar con Toxoplasma gondii. Se recomienda a las mujeres embarazadas que no coman barbacoa. La barbacoa en sí es una forma de comer particularmente poco saludable y es difícil controlar el grado de cruda y cocción de los alimentos. Además, los humos producidos por las barbacoas también son cancerígenos para el cuerpo humano. Asar a la parrilla también es muy destructivo para los alimentos y reducirá la utilización de proteínas. Durante el proceso de asado, la proteína cambiará con el sabor, por lo que se reducirá la tasa de utilización de la proteína.
Dada la forma en que se hace la barbacoa, los patógenos contenidos en los alimentos, como el Toxoplasma gondii, pueden quemarse de forma incompleta durante el procesamiento, provocando infecciones en las mujeres embarazadas y afectando al feto en el útero. También existen algunas prácticas de barbacoa que pueden provocar deficiencias nutricionales. Al mismo tiempo, algunas especias que se dan en la barbacoa también pueden ser perjudiciales para la salud física y mental de las mujeres embarazadas y afectar la función del tracto digestivo. Los alimentos picantes e irritantes también pueden afectar el apetito y causar malestar. Por lo tanto, trate de no comer barbacoa o comer menos barbacoa durante el embarazo, lo cual es beneficioso para la seguridad de la madre y el bebé. La barbacoa suele estar poco cocida y puede provocar diarrea. La diarrea puede estimular fácilmente las contracciones uterinas y provocar un parto prematuro. La barbacoa tiene un alto contenido de grasas y calorías, lo que puede hacer que las madres embarazadas sean propensas al calor interno y la indigestión, lo que provoca obesidad e hipertensión gestacional. Puedes hacerlo en casa con menos aceite y sal, pero hay que hacerlo bien.