¿Cómo prevenir la infección por el virus COVID-19?
Los pacientes más comunes infectados con COVID-19 presentan fiebre, tos seca, opresión en el pecho, asma, fatiga, producción de esputo y pueden presentar hemoptisis. Es raro experimentar síntomas de infección del tracto respiratorio superior, como congestión nasal, secreción nasal, dolor de garganta y malestar en la garganta. Algunos pacientes pueden experimentar síntomas como anorexia, gusto anormal y pérdida del olfato, y algunos pueden experimentar molestias gastrointestinales como dolor abdominal, diarrea, náuseas y vómitos. Algunos pacientes son asintomáticos, lo que se denomina infección asintomática. La edad promedio de los pacientes infectados es de 49 años y tienen afecciones médicas subyacentes, como diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Los pacientes gravemente enfermos eran significativamente mayores y tenían más enfermedades subyacentes. La mayoría de los pacientes desarrollan disnea e hipoxemia 1 a 2 semanas después del inicio. Por lo general, la mayoría de los pacientes infectados con el nuevo coronavirus son leves y comunes, y algunos pacientes graves y críticos pueden desarrollar rápidamente el síndrome de dificultad respiratoria aguda y eventualmente morir. El principal órgano objetivo de la infección por el nuevo coronavirus son los pulmones, pero los resultados de la investigación indican que el nuevo coronavirus también puede afectar a otros órganos. Si tiene síntomas similares a los anteriores y tiene antecedentes de contacto con el nuevo coronavirus, debe tomar precauciones y acudir al hospital para hacerse un examen a tiempo para determinar si existe la posibilidad de una infección por el nuevo coronavirus. Si se diagnostica, se requiere tratamiento lo antes posible para evitar retrasar la afección.