¿Cuáles son los síntomas de la neumonía infantil?
La neumonía grave, debida a hipoxia y sepsis graves, conduce a trastornos metabólicos y disfunciones de múltiples órganos como insuficiencia respiratoria, insuficiencia cardíaca, encefalopatía tóxica, parálisis intestinal tóxica y acidosis, e incluso pone en peligro la vida. Si la disnea del niño empeora repentinamente, está irritable, pálido y cianótico, tiene pulso débil, el hígado se hincha en un corto período de tiempo (los niños mayores pueden describir dolor en la parte superior del abdomen) y oliguria son signos de insuficiencia cardíaca. Si hay letargo evidente, inquietud, coma o incluso convulsiones, la respiración irregular es una encefalopatía tóxica causada por un edema cerebral. La distensión abdominal severa comprime los pulmones y agrava las dificultades respiratorias, lo que resulta en una parálisis intestinal tóxica. Los vómitos de café, las heces negras o el sangrado de otras áreas son ejemplos de coagulación intravascular diseminada. Si se encuentra con la situación anterior, debe acudir al hospital para recibir rescate de inmediato. La neumonía bacteriana grave, especialmente la neumonía por Staphylococcus aureus, puede complicarse con empiema, absceso pulmonar y ampollas pulmonares, que pueden prolongar el curso de la enfermedad y causar grandes daños a la salud. La neumonía en los niños debe diagnosticarse y tratarse rápidamente. La neumonía grave debe tratarse en el hospital, mientras que la neumonía leve puede tratarse en casa.