Cómo manejar a los niños rebeldes
1. Trate de comunicarse. Cuando un niño es rebelde y desobediente, los padres pueden intentar comunicarse con él, comprender sus pensamientos y luego guiarlo sobre cómo lidiar con el mal genio. En un ambiente familiar cálido y solidario, padres e hijos pueden tener una comunicación eficaz entre padres e hijos y mejorar mejor la relación entre padres e hijos. Al comunicarse, los padres deben prestar atención a su actitud y tono, y no predicar ciegamente, y mucho menos criticar duramente, para que sus hijos puedan obtener ayuda en la comunicación y enseñarles a controlar sus emociones y resolver problemas en lugar de perder el control. temperamento incluso rebelde y desobediente.
2. Los niños deben ser cuidados, pero no mimados ni mimados sin límites. Los padres deben retrasar adecuadamente la satisfacción de ciertas necesidades de sus hijos para que puedan aprender a quererlos y respetarlos. Aprenda a decir "no" a sus hijos, rechace claramente las solicitudes irrazonables y explíqueles los motivos.
3. Sé bueno escuchando y aprende a escuchar las voces de tus hijos. Sólo así los padres podrán ganarse la confianza de sus hijos y enseñarles a afrontar los problemas con calma. Cuando los padres puedan escuchar atentamente, los niños estarán dispuestos a comunicarse con sus padres, y sólo entonces podrán abrir sus corazones a sus padres y dejar que sus padres se comprendan a sí mismos. De esta manera, los niños pueden recibir ayuda de sus padres, aprender a liberar su mal genio y ser menos rebeldes.
4. Preste atención a las emociones de los niños. Un ambiente familiar cálido y relajado puede ayudar eficazmente a los niños a aliviar el estrés. Deje que el niño hable libremente. Cuando se descubre que el niño es emocionalmente anormal, los padres deben encontrar el momento adecuado para hablar con el niño y guiarlo. Nunca llame a un niño "chico malo". Los padres no deben dar una evaluación completamente negativa de sus hijos, sino que deben ver sus puntos fuertes.
5. Orientación positiva y menos críticas. El comportamiento rebelde de la mayoría de los niños proviene de la crítica. El resultado de la crítica excesiva es la acumulación de resentimiento. Los padres siempre piensan que la crítica es un incentivo, pero muchas veces se convierte en una rutina diaria. La orientación no es una orden ni una acusación. Se trata de guiar los pensamientos del niño en la dirección correcta haciéndole preguntas. Este tipo de preguntas deben ser relativamente suaves, no forzarlas y no hacer ni responder preguntas usted mismo.
6. Respete la privacidad de sus hijos. Cuanto mayores sean sus hijos, más tendrán sus propias preocupaciones. Esto es cierto sin importar la edad del niño. lo tienen, y utilizarán diversos métodos para espiar a sus hijos. Algunos padres sienten que esto puede ayudarles a comprender mejor a sus hijos. Hay muchas maneras de comprender. La curiosidad no se trata de comprender sino de satisfacer la curiosidad de los padres. Consulte el primer consejo y haga más preguntas. La sinceridad de los padres se verá recompensada con las respuestas de los niños.