Aprende a mantenerte en forma en otoño e invierno para evitar enfermarte con menos frecuencia.
No comas alimentos fríos: Comer alimentos fríos con regularidad dañará el bazo y el estómago. El clima es cada vez más frío y beber agua fría le hará sentir "frío". Lo mejor es darles a sus hijos agua tibia. Los niños que sudan durante el ejercicio sentirán calor y sed, y luego beberán agua fría para saciar su sed y refrescarse. Este método es el más inaceptable y los padres deben detenerlo.
Mantén la habitación húmeda: la calefacción se pone en marcha cuando hace frío en el norte, y muchas familias en el sur optan por encender el aire acondicionado. Tan pronto como se encienden estos dispositivos de calefacción, la habitación se vuelve más seca. Estimulados por este ambiente seco, los niños son propensos a enfadarse, sufrir hemorragias nasales y amigdalitis. Por lo tanto, puedes tener algunas plantas verdes en casa o trapear el piso con frecuencia para mantener la habitación lo suficientemente húmeda. Incluso en invierno, las ventanas deben abrirse periódicamente para ventilar y no se puede depender únicamente del aire acondicionado.
Coma los alimentos adecuados para protegerse del frío: Darle a su hijo una dieta razonable también puede mejorar su capacidad para protegerse del frío.
Alimentos ricos en hierro: La deficiencia de hierro en el cuerpo significa que varios nutrientes no pueden oxidarse completamente para generar calor, lo cual es una razón importante para los escalofríos en invierno.
Por ello, se debe prestar especial atención a la suplementación con alimentos ricos en hierro, como carnes magras, pescado, hígado de animal, aves, yemas de huevo, setas, judías, espinacas, apio, etc. Además, también debes prestar atención al ajuste científico de tu dieta y comer más verduras y frutas frescas ricas en vitamina C para favorecer la absorción de hierro por parte del organismo. Además del descenso de temperatura en otoño, la diferencia de temperatura entre el día y la noche también es grande. Si no tiene cuidado, su hijo puede resfriarse fácilmente. Las madres pueden añadir o quitar ropa a sus hijos a tiempo según los cambios de temperatura;
Además, si hay tiempo, puedes realizar ejercicios adecuados con tus hijos para potenciar su resistencia. Cada vez hace más frío, así que mientras cuidas a tus hijos, ¡no olvides cuidarte a ti mismo!