Cómo evaluar la eficacia del asesoramiento psicológico
(1) La autoevaluación del efecto del asesoramiento por parte del cliente.
Por ejemplo, las personas que buscan ayuda creen que ya no tienen miedo de las cosas que originalmente temían y ahora se enfrentan a la realidad inaceptable y su satisfacción consigo mismos ha mejorado.
(2) La realidad objetiva de la vida social de los partidos adaptándose a los cambios.
Por ejemplo, comencé a ir al trabajo y a la escuela con normalidad, me llevé mejor con los demás y mi eficiencia en el trabajo y el estudio aumentó.
(3) La evaluación del progreso del buscador por parte de quienes lo rodean, especialmente familiares, amigos y colegas.
Por ejemplo, dejar de perder los estribos y tirar cosas, y reforzar la comunicación con padres o hijos.
(4) Comparación de los resultados de las mediciones psicológicas de los visitantes antes y después de la consulta.
Por ejemplo, las puntuaciones en algunas escalas de síntomas psicológicos han mejorado. La autoevaluación es más positiva, atreverse a afrontar las dificultades, etc.
(5) Evaluación del consultor.
Según las observaciones del consultor, los clientes han mejorado en términos de emoción, cognición e independencia, tienen una autoevaluación más positiva y tienen el coraje de afrontar las dificultades.
Cabe señalar que el contenido de la evaluación debe basarse en el propósito de la consulta. Sólo la mejora del contenido objetivo puede ser un resultado directo de la consulta. Por ejemplo, un cliente con fobia social, después de recibir asesoramiento psicológico, tiene mayor confianza en sí mismo, menor ansiedad y menor tensión en el trabajo, pero todavía tiene miedo social y miedo de interactuar con los demás. Si bien la consulta tuvo un impacto positivo en las personas que buscaban ayuda y logró ciertos resultados, no logró los objetivos esperados. Por otro lado, aunque no se soluciona la fobia social, sí se mejora el estado psicológico y el asesoramiento psicológico tiene un efecto indirecto.