Los niños suelen comer dulces y snacks. ¿Qué impacto tendrá en su salud?
Aunque utiliza frutas y verduras en conserva como principal materia prima, su valor nutricional dista mucho del de las frutas y verduras frescas. Durante el procesamiento de frutas confitadas, la vitamina C contenida en la fruta se destruye básicamente y la pureza del azúcar blanco utilizado en el procesamiento puede alcanzar más del 99%. Este azúcar puro casi no tiene ningún valor nutricional aparte del de proporcionar una gran cantidad de energía térmica al cuerpo. El consumo de este polisacárido también puede provocar una falta de vitamina B y algunos oligoelementos. Las frutas en conserva no sólo llevan azúcar añadido, sino también otros edulcorantes. Estos edulcorantes tienen un dulzor más "positivo" y precios más bajos. Los explicaremos en detalle en los aditivos más adelante.
Descubriremos que las frutas en conserva no son puramente dulces, sino que tienen un sabor agridulce. Esto se debe al "único" efecto sazonador de los agentes ácidos y la sal. Según la encuesta, el valor nutricional de referencia de sodio en una fruta en conserva es del 100%, lo que significa que se ha consumido todo el sodio necesario para que un adulto coma 100 gramos de frutas en conserva al día. Es bien sabido que los alimentos con alto contenido de sodio pueden causar enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, y el consumo excesivo de alimentos con alto contenido de sodio también puede causar daños al estómago y los riñones.
Aunque el consumo moderado de frutas confitadas no tendrá mucho impacto en la salud humana, se debe prestar más atención a si hay exceso de conservantes o saborizantes y otros aditivos en las frutas confitadas.
Las frutas en conserva contienen altos niveles de aditivos.
Para prolongar la vida útil de las frutas confitadas y mejorar su sabor, la tecnología moderna agregará muchos aditivos a las frutas confitadas. Los siguientes son tres aditivos comunes en las conservas que se exceden fácilmente.
El primero es el dióxido de azufre.
La tecnología tradicional de procesamiento de frutas en conserva es la fumigación con sulfitos o azufre. El dióxido de azufre producido tiene efectos blanqueadores, antisépticos y antioxidantes, y puede inhibir la actividad de las oxidasas en frutas y verduras, reduciendo así el dorado y mejorando el color de los alimentos encurtidos. Por lo tanto, no es de extrañar que se detecte dióxido de azufre en las frutas confitadas, pero nuestro país estipula estrictamente que el contenido de dióxido de azufre en las frutas confitadas no debe exceder los 0,35 g por kilogramo.
Las investigaciones médicas modernas muestran que el dióxido de azufre tiene cierto grado de toxicidad y puede reaccionar de forma reversible con los grupos sulfhidrilo de las proteínas, irritando la mucosa gastrointestinal y provocando náuseas, vómitos, diarrea y otros síntomas. El consumo excesivo a largo plazo provocará ciertos daños en el tracto gastrointestinal y en el hígado. Algunos fabricantes nacionales operan de manera irregular, lo que fácilmente puede provocar un exceso de residuos de dióxido de azufre en las frutas confitadas. Al ser un alimento apto para todas las edades, la calidad higiénica de las conservas afectará directamente a la salud humana, especialmente a los niños y a las mujeres adultas.
El segundo es el ciclamato.
Es un edulcorante muy utilizado en el procesamiento y fabricación de alimentos. Su dulzor es entre 30 y 80 veces mayor que el de la sacarosa. Es totalmente natural, inodoro y estable.
La ingesta diaria permitida recomendada por el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la FAO/OMS es de 11 mg/kg de peso corporal. Comer demasiada fruta confitada puede dañar el hígado y el sistema nervioso, especialmente en los ancianos, las mujeres embarazadas y los niños con metabolismo y capacidad de desintoxicación débiles. El tercer tipo es el colorante artificial.
Los colorantes permitidos en los alimentos confitados son el índigo y su laca de aluminio, el rojo rábano, el amarillo gardenia, el amarillo cártamo, el amarillo limón y su laca de aluminio, el amarillo ocaso y su laca de aluminio, el amaranto natural, etc.
En general, es seguro utilizar pigmentos dentro del rango estándar. Sin embargo, algunos comerciantes sin escrúpulos suelen añadir demasiado para mejorar la apariencia de sus productos. Un gran número de informes de investigación señalan que casi todos los pigmentos sintéticos no pueden proporcionar nutrientes al cuerpo humano. Algunos pigmentos sintéticos pueden incluso dañar la salud humana, lo que lleva a una reducción de la fertilidad y a la teratogenicidad. Algunos pigmentos también pueden convertirse en carcinógenos en el cuerpo humano.
A quienes les gustan las conservas, no solo deben elegir la cantidad adecuada, sino también elegir productos habituales en lugares habituales, para proteger mejor su propia seguridad.
Entre estos snacks, los dulces pueden ser los más comunes. Investigaciones realizadas por expertos pediátricos relevantes muestran que si comes demasiados dulces, puedes consumir demasiada azúcar. Para los niños, es la etapa de desarrollo del crecimiento corporal. Si consume demasiada azúcar, puede acelerar la pérdida de calcio. En este caso, el crecimiento y desarrollo de los huesos de los niños se verá afectado, por lo que también podemos encontrar algunos niños a los que les gusta comer snacks, y crecerán más.
En cualquier caso, en el proceso de cuidado de los niños, los padres deben considerar todos los aspectos del desarrollo físico de sus hijos, y no mimarlos demasiado porque les guste comer bocadillos. Lo que necesitamos saber es que si esta situación persiste durante mucho tiempo, el impacto en los niños será mucho mayor de lo que imaginamos.