¿Cómo mantenerte callado?
Lo mismo ocurre con la ansiedad: cuando te sientes ansioso, tu respiración suele ser superficial y rápida. Intente cambiar a una respiración relajada, una respiración más lenta y profunda. Al mismo tiempo, puede contar lentamente al inhalar y exhalar y colocar las manos sobre el estómago para sentir el aire que entra y sale. La respiración puede aliviar eficazmente la ansiedad.
También puedes sentarte erguido en una silla con los pies apoyados en el suelo y la columna recta. Cierra lentamente los ojos y concéntrate en tu respiración. Inhale lentamente por la nariz y sienta cómo la columna se alarga y se eleva. Exhala por la boca como si estuvieras suspirando profundamente.
Además, adopta cualquier postura que haga que tu cuerpo se sienta relajado, como relajar los músculos, y adoptar posturas abiertas, como sonreír con los brazos extendidos.
Cuando llega el estrés y tu corazón late más rápido, ¿cómo puedes pensar con calma? Preparar de antemano señales de pensamiento tranquilo es un método eficaz. Por ejemplo, establezca una palabra clave con anticipación para advertirse: ¡Cada vez que pienso en ello, es hora de calmarme! Puede ser una simple sugerencia "¡Cálmate!" o puede ser el nombre de una persona que ha tenido una profunda influencia en ti, pero esto definitivamente funcionará para ti.