Todo el mundo dice que algunos alimentos favorecen la inflamación, entonces, ¿es útil comer alimentos antiinflamatorios?
La inflamación aguda es la respuesta protectora del cuerpo ante una lesión o infección. Por ejemplo, si se corta un dedo, se producirá una inflamación aguda. Su cuerpo envía glóbulos blancos para proteger esta área. Es posible que vea algo de hinchazón y enrojecimiento y sienta dolor, pero este procedimiento es importante para prevenir infecciones.
La inflamación crónica puede ocurrir cuando el cuerpo intenta eliminar sustancias nocivas. El aumento de la inflamación crónica también se asocia con el exceso de grasa, especialmente alrededor del abdomen. La inflamación crónica leve puede dañar los vasos sanguíneos, las arterias, los nervios y los intestinos. Con el tiempo, puede provocar enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas, diabetes, algunos cánceres y algunas enfermedades intestinales.
Los investigadores observaron marcadores inflamatorios como la proteína C reactiva (PCR), la interleucina-6 (IL-6) y el factor de necrosis tumoral α (TNF-α) y descubrieron que la dieta puede afectar la inflamación. También hay pruebas sustanciales de que la dieta afecta el riesgo de enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades cardíacas y la diabetes. Una dieta proinflamatoria puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular, y la asociación es constante entre hombres y mujeres. Esta asociación sigue siendo significativa incluso después de tener en cuenta otros factores del estilo de vida y otros factores que pueden contribuir a la inflamación, como la obesidad, la diabetes, la presión arterial alta y el colesterol alto.
Así, una dieta proinflamatoria se asocia con niveles bajos de colesterol. Los estudios han encontrado que los alimentos proinflamatorios tienen efectos negativos sobre los niveles de colesterol, mientras que algunos alimentos antiinflamatorios tienen efectos beneficiosos.
Los alimentos con alto potencial proinflamatorio incluyen carnes rojas, carnes procesadas y vísceras; carbohidratos refinados, como pan blanco, arroz blanco y muchos postres y bebidas azucaradas, incluidas colas y bebidas deportivas;
Los alimentos con alto potencial antiinflamatorio son las verduras de hoja verde como la col rizada y las espinacas. Verduras de color amarillo oscuro, como calabaza de invierno y pimientos amarillos; cereales integrales, como bayas de trigo, quinua, pan integral y avena y frutas, té, café y vino; Estos alimentos contienen compuestos antiinflamatorios específicos como carotenoides, flavonoides, vitaminas y fibra.
Los hallazgos recientes son consistentes con otros estudios que han identificado ciertos patrones dietéticos asociados con una menor inflamación y un menor riesgo de ECV. Estos incluyen la dieta mediterránea, que enfatiza muchos alimentos antiinflamatorios y limita los alimentos proinflamatorios como las carnes rojas y los carbohidratos refinados.
Lo más importante es que los datos sugieren que limitar los alimentos proinflamatorios y adoptar una dieta antiinflamatoria es prudente y puede proporcionar una estrategia eficaz para la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
Por eso, por tu salud, lo mejor es comer frutas y verduras menos ricas en nutrientes.