¿Por qué el bebé tiene diarrea?

Comencemos con la ciencia popular de los expertos en paternidad: hay 9 tipos de deposiciones anormales en los niños.

1. La frecuencia de las deposiciones aumenta y las heces son acuosas, parecidas a una sopa de huevo o con moco espumoso, con olor a pescado, lo que indica diarrea en los niños.

2. La frecuencia de la defecación disminuye. El niño llora, lucha y tiene heces secas o incluso sangre en la superficie durante la defecación, lo que indica estreñimiento.

3. Las heces blancas parecidas a la arcilla indican que el niño tiene una obstrucción biliar, como la atresia biliar congénita.

4. Las heces negras parecidas al alquitrán indican que el niño puede tener una hemorragia gastrointestinal superior. Sin embargo, los niños que toman suplementos de hierro o comen alimentos ricos en hierro también pueden desarrollar heces negras, como al comer tofu con sangre.

5. Las heces rojas indican hemorragia gastrointestinal baja. La sangre en las heces es común, causada principalmente por fisuras anales, hemorroides o pólipos rectales.

6. Las heces son verdes y acuosas, pero el niño en general está en buen estado, lo que indica hambre y diarrea, y es necesario aumentar la cantidad de leche. Si el estado general es malo, acompañado de fiebre, vómitos, etc. , indicando inflamación intestinal.

7. Si las heces tienen aspecto de mermelada, preste atención a la aparición de intususcepción.

8. Si las heces son acuosas como el arroz de sorgo, preste atención a la aparición de enteritis necrotizante.

9. Las heces son mucosas parecidas a la clara de huevo, o acompañadas de pus y sangre, lo que indica posibilidad de disentería.

Las heces del bebé son de color verde, lo que es señal de resfriado. Si las heces del bebé son amarillas y contienen granos de arroz, significa indigestión. Si el agua es amarilla, es causada por comida sucia y vajilla sucia.

En resumen, en cada una de las situaciones anteriores, los padres deben guardar sus heces e ir al hospital para recibir tratamiento, para que el médico no revise sus heces después de llegar al hospital, lo que será un inconveniente. para el niño e indefenso para los padres.

Retrasando así el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.