¿Cómo decorar la habitación del bebé?
Cuando un bebé llega al mundo desde el vientre de su madre, su entorno y estilo de vida han sufrido enormes cambios. Sus tejidos y órganos son todavía muy delicados y sus funciones aún no son perfectas. Su resistencia corporal es muy pobre y se ven afectados fácilmente por los cambios del medio externo. Son muy frágiles e incluso enfermos. Por lo tanto, es necesario que los padres creen un ambiente de vida cálido y confortable para que sus bebés puedan prosperar.
La habitación del bebé debe estar tranquila. Porque los niños tienen que respirar por sí solos nada más venir a este mundo, y hay que modificar mucho su corazón y otros órganos circulatorios. Para no obstaculizar estos cambios y transformaciones, y para recuperarnos del cansancio del parto, es necesario guardar silencio. Si no está tranquilo, equivale a aumentar la cantidad de ejercicio del bebé, por lo que necesita consumir más oxígeno. Para reponer este consumo de oxígeno, el bebé debe aumentar el volumen respiratorio. Sin embargo, las funciones de los órganos respiratorios del bebé aún no están maduras en este momento. Por eso, intenta dejar que tu bebé duerma tranquilo y no lo cargues demasiado. Por supuesto, no es necesario tener demasiado cuidado, como ponerse de puntillas junto al bebé y hablarle en voz baja. Realmente no hay necesidad de hacer esto. Debido a que el ambiente es demasiado silencioso, el bebé se volverá neurótico, el más mínimo ruido tendrá un gran impacto y las tareas domésticas y el trabajo diario serán tan buenos como siempre. Para esos ruidos molestos, intenta evitarlos y nunca estimules el oído y los nervios de tu bebé.
Luz y ventilación, sin humedad
Los recién nacidos duermen la mayor parte del tiempo. Preparar una habitación tranquila para el bebé, con poca entrada y salida de personas, buena iluminación, buena ventilación y. lo ideal es que no haya humedad. Si es posible, es mejor disponer una habitación especial para el bebé y la madre; si las condiciones no lo permiten, puede colocar un ángulo para que el bebé esté en una mejor posición en la habitación y pedirle a la madre que lo cuide.
No coloques la cama de tu hijo en una ventana con luz directa, o donde la luz incida directamente en los ojos. El aire interior debe ser fresco y ventilado, pero no dejar que el viento sople directamente sobre la cama. Trapea pisos y mesas para evitar que el polvo vuele y contamine el aire.
No fumar en la habitación. En este momento, el tracto respiratorio del niño es muy frágil y se daña fácilmente.
Mantener una temperatura ambiente normal
Los bebés son muy exigentes con la temperatura de su entorno. Si la temperatura ambiente es demasiado baja, para mantener la temperatura corporal normal, se consumirá más energía térmica en el cuerpo, lo que afectará el crecimiento y desarrollo del bebé. Si la temperatura ambiente es demasiado alta o demasiado cálida, el bebé se calentará y se deshidratará. Por lo tanto, si la temperatura ambiente es demasiado alta o demasiado baja, o hace calor y frío, es muy perjudicial para los recién nacidos. Asegúrese de mantener la temperatura ambiente normal.
La temperatura ambiente para los bebés es de unos 23°C ~ 25°C en verano y de unos 20°C en invierno. Preste siempre atención a la complexión y la temperatura de la piel de su bebé para saber si es apropiado mantenerlo abrigado. Si la piel de su bebé está fría y su temperatura corporal es más baja de lo normal, no está lo suficientemente abrigado. Puedes cubrirlo con una colcha o utilizar una bolsa de agua caliente para mantenerte caliente. La temperatura del agua de la bolsa de agua caliente no debe ser demasiado alta, 50 ℃ -60 ℃ es más adecuada. La bolsa de agua caliente debe colocarse debajo del algodón o fuera de la colcha para evitar que el bebé se queme. La colcha no debe ser demasiado gruesa ni pesada para evitar afectar la respiración normal del bebé. Si la piel del bebé está enrojecida y la temperatura es alta, puede deberse a un exceso de calor y es necesario reducir adecuadamente el número de prendas y edredones. Cuando utilice un ventilador eléctrico o aire acondicionado para refrescarse, tenga cuidado de no dejar que el aire frío sople directamente sobre su bebé. Utilice aire acondicionado para refrescarse y la diferencia de temperatura desde el exterior no debe exceder los 4°C ~ 5°C. Además, no utilices mantas eléctricas para mantener abrigado a tu bebé en invierno. El uso prolongado de una manta eléctrica puede deshidratar a su bebé.
Es necesario controlar la temperatura interior, que no debe ser demasiado seca ni demasiado húmeda, ambas perjudiciales para los recién nacidos. Debido a que el bebé es pequeño y se mueve menos, es imposible generar calor mediante la actividad. Sólo ajustando la temperatura para él podrá adaptarse a la vida y al crecimiento del bebé.
Evita el contagio de enfermedades
Los bebés acaban de empezar una nueva vida, su resistencia es muy débil y se contagian fácilmente de enfermedades. Por ello, familiares y amigos no deben visitar la casa con frecuencia, y deben intentar hacer el menor ruido posible y acortar el tiempo. Los comportamientos íntimos como los besos y el contacto entre mejillas y ojos no son buenos para los recién nacidos. El personal desordenado puede contaminar fácilmente el aire interior y aumentar las posibilidades de que su bebé se enferme. Especialmente las personas que están enfermas deben rechazar cortésmente el contacto con los niños. Al mismo tiempo, si el bebé tiene menos de 1 mes, no lo lleve a lugares concurridos y trate de crear un ambiente de vida tranquilo para el bebé.
Circulación de aire interna y externa
Para mantener la habitación del bebé tranquila no es necesario mantener las puertas y ventanas cerradas todo el tiempo, pero sí abrirlas a tiempo para permitir la libre circulación del aire. Especialmente los bebés recién nacidos y las madres que están en confinamiento, así como la leche y los pañales, emitirán algunos olores que resultan muy desagradables cuando se mezclan. Así que exponga a su bebé al aire fresco del exterior, permita la circulación del aire interior y exterior y elimine los malos olores. También puede ejercitar los ojos del bebé y promover el metabolismo, lo que es bueno para la salud del bebé, especialmente para el tracto respiratorio.
A las dos semanas de nacer el bebé conviene acostumbrarse al aire interior, abrir las ventanas e intentar que el bebé respire aire fresco durante unos 5 minutos. Después de 2 a 3 días, el bebé se acostumbrará y podrá sacarlo afuera para respirar aire durante unos 5 minutos. El tiempo se puede ir ampliando progresivamente en el futuro, pero los bebés menores de un mes no deben superar los 20 minutos para evitar resfriarse. Eso sí, para disfrutar del aire libre al aire libre hay que elegir un buen momento y lugar. En verano, es alrededor de las 10 horas o después de las 15 horas, en invierno es alrededor del mediodía, en primavera y otoño, la mejor hora es de 10 a 14 horas; En verano caluroso conviene permanecer en un lugar fresco. En invierno frío conviene elegir un día con muy poco o ningún viento y un lugar soleado. Pero no permita que el sol brille directamente sobre la cabeza de su bebé y manténgase alejado de lugares concurridos y polvorientos.