En el frío invierno, los bebés son más susceptibles a los resfriados. ¿Cómo decir adiós a la "nariz grande" fácilmente?
Si estás resfriado, puedes hervir rodajas de jengibre en agua y dárselas a beber a tu bebé, lo que puede ahuyentar el resfriado y evitar la secreción nasal. Beba mucha agua tibia en horarios habituales para mejorar su inmunidad. Si el resfriado es severo y la secreción nasal no ha cesado, vaya al hospital para ver a un médico y tomar medicamentos e inyecciones si es necesario.
Existe un remedio popular que dice que guisar peras en agua también puede curar los resfriados. Corte tres cuartos de la pera Sydney en dos partes, cubra una con el fondo, agregue un poco de sal al fondo, luego cubra con la tapa y cocine a fuego lento en agua durante unos 20 minutos. Déle al bebé jugo y carne durante una semana. Puede ser un buen tratamiento para el resfriado y la tos, dile adiós a la secreción nasal.