Los dientes de los bebés de casi dos años son especialmente irregulares. ¿Debería corregirse en este momento?
La necesidad de corrección de los dientes temporales de los niños depende de la situación. Si la disposición es desigual, como apiñamiento o ectropión de los dientes temporales, estos no afectarán la relación de mordida ni el desarrollo normal y no requieren tratamiento. Sin embargo, en ocasiones los dientes temporales están mal dispuestos, acompañados de displasia oclusal severa, como retrusión mandibular y resalte mandibular severo, que afecta el desarrollo del maxilar y la mandíbula. Esta situación debe corregirse rápidamente.
En los dientes temporales es especialmente necesario corregirlos previamente. Porque sabemos que el crecimiento y desarrollo de todo el maxilar humano comienza antes de los 10 años. Si continúa bloqueando el sol en este momento, es probable que el maxilar no se desarrolle y la mandíbula se vuelva loca, lo que resultará en un cara plana. Por ello, es necesario corregir previamente cualquier deformidad que pueda afectar al desarrollo de la mandíbula. Lo mejor es hacerlo antes de los dos años y medio, porque normalmente los niños de dos años y medio están en la etapa de crecimiento y desarrollo y responderán mejor cuando se expongan a fuerzas externas.
Si los dientes de un niño están desalineados, generalmente se pueden corregir usando aparatos dentales. Sin embargo, la edad óptima para el tratamiento de ortodoncia es entre los 10 y los 14 años. El tiempo de tratamiento es corto y el efecto es bueno. Cuanto mayor sea el niño, más largo y difícil será el tratamiento de ortodoncia, y algunos pueden requerir cirugía.
Si esto sucede, no te preocupes demasiado. Primero puedes observar el estado del niño. Los dientes son propensos a desalinearse durante el proceso de reemplazo dental. Los dientes cambian entre los seis y los 14 años y el ciclo es relativamente largo. Siempre debes prestar atención al estado de tus dientes. Si los dientes están excesivamente deformados y dispuestos de manera desigual, se pueden corregir lo antes posible. Los dientes torcidos en los bebés pueden estar relacionados con factores congénitos o adquiridos. Los factores adquiridos están relacionados principalmente con los hábitos alimentarios y los malos hábitos. Si a tu bebé le gusta sacar la lengua o chuparse los dedos, es probable que ocurra una situación similar. Se debe permitir que los niños se cepillen los dientes todas las mañanas y todas las noches para mantener la higiene bucal. Consuma más frutas y verduras, complemente vitaminas y coma más alimentos que contengan calcio, que son beneficiosos para el desarrollo de los dientes.