Neoplasia intraepitelial cervical

La neoplasia intraepitelial cervical (NIC) es una lesión precancerosa que no presenta síntomas específicos. La neoplasia intraepitelial cervical se puede dividir en tres grados según el grado de atipia celular.

¿Qué es la neoplasia intraepitelial cervical?

¿Qué es la neoplasia intraepitelial cervical? La neoplasia intraepitelial cervical (NIC) es un grupo de lesiones precancerosas estrechamente relacionadas con el cáncer de cuello uterino invasivo, que refleja el proceso continuo de desarrollo del cáncer de cuello uterino. La neoplasia intraepitelial cervical tiene dos resultados diferentes. En primer lugar, las lesiones tienden a retroceder de forma natural y rara vez se convierten en cáncer invasivo. La otra es que la lesión tiene potencial canceroso y puede convertirse en un cáncer invasivo. La neoplasia intraepitelial cervical es más común en mujeres en edad fértil, mientras que el cáncer de cuello uterino es más común en mujeres mayores de 40 años.

Según el grado de atipia celular y el grado de afectación epitelial, la displasia cervical se puede dividir en tres grados (o tres grados): leve, moderada y grave.

(1) Displasia leve (o grado I): la atipicidad celular es leve, las células con proliferación anormal se limitan al tercio inferior de la capa epitelial y las células medias y superficiales son normales.

(2) Displasia moderada (o grado ⅱ): la atipia celular es obvia y las células con proliferación anormal se limitan a los 2/3 inferiores de la capa epitelial y no afectan la capa superficial.

(3) Displasia grave (o grado III): las células con evidente proliferación anormal ocupan más de 2/3 del epitelio o alcanzan todo el espesor.

La etiología de la neoplasia intraepitelial cervical

La infección por el virus del papiloma humano es el factor de riesgo más importante en el desarrollo de la neoplasia intraepitelial cervical. La neoplasia intraepitelial cervical también se asocia con disfunción sexual, relaciones sexuales prematuras, enfermedades de transmisión sexual, tabaquismo, anticonceptivos orales e inmunosupresión.

1. Infección por virus del papiloma humano

Más del 90% de las neoplasias intraepiteliales cervicales están infectadas por el virus del papiloma humano. La infección por el virus del papiloma humano conduce a un control anormal del ciclo celular y a metástasis malignas. Cuando la infección por el virus del papiloma humano persiste, la neoplasia intraepitelial cervical puede ser inducida por otros factores, como el tabaquismo, los anticonceptivos y las enfermedades de transmisión sexual.

2. La particularidad de la histología cervical.

El epitelio cervical está compuesto por epitelio escamoso cervicovaginal y epitelio columnar del canal cervical. La particularidad de la histología cervical es la base patológica de la neoplasia intraepitelial cervical.

Síntomas de la neoplasia intraepitelial escamosa cervical

La neoplasia intraepitelial escamosa cervical no presenta síntomas específicos. Ocasionalmente, el flujo vaginal puede aumentar, con o sin olor. También puede haber sangrado de contacto, que ocurre después de las relaciones sexuales o un examen ginecológico (diagnóstico Shuanghezhen o Sanlian). Los signos son odiosos y las lesiones evidentes. El cuello uterino puede ser liso o sólo se puede observar eritema local, epitelio blanco o erosión cervical.

Examen de la neoplasia intraepitelial cervical

El diagnóstico de la neoplasia intraepitelial cervical debe seguir el procedimiento de diagnóstico de "tres pasos": citología, colposcopia e histopatología.

1. Citología cervical

La citología cervical es el método de examen auxiliar más sencillo para la neoplasia intraepitelial cervical y puede detectar lesiones de aparición temprana. Si se encuentran células anormales durante el examen, se debe realizar una colposcopia para un diagnóstico adicional.

2. Detección del virus del papiloma humano

La detección del ADN del virus del papiloma humano de alto riesgo se puede utilizar para clasificar la citología cervical anormal, así como para juzgar el residuo y la recurrencia de las lesiones cervicales después del tratamiento. y evaluar la eficacia y el seguimiento.

3. Colposcopia

Se pueden conocer los vasos sanguíneos de la zona enferma. La colposcopia no puede comprender los cambios patológicos del canal cervical. Se debe curar el tejido del canal cervical o se debe utilizar el cepillo del canal cervical para recolectar materiales para el examen patológico. La colposcopia también puede pasar por alto el diagnóstico de lesiones importantes. Si no se encuentra CIN2 o CIN3, haga un seguimiento activo.

4. Biopsia cervical

La biopsia cervical es el método más fiable para diagnosticar la neoplasia intraepitelial cervical. Cualquier lesión visible debe ser biopsiada en uno o más puntos. Si no hay lesiones obvias, puede optar por realizar una biopsia de la parte designada de la zona de transición cervical o tomar muestras del área no teñida de la prueba de yodo bajo la guía de un colposcopio para mejorar la tasa de diagnóstico.

Tratamiento de la neoplasia intraepitelial cervical

1. NIC1: 60%-85% NIC1 desaparecerá de forma natural. El tratamiento actual de NIC 1 tiende a ser conservador.

Si el resultado de la citología previa es CIN1 de ASC-US, ASC-H o LSIL, se recomienda realizar la prueba de ADN del virus del papiloma humano cada 12 meses o repetir la citología cervical cada 6-12 meses.

Si el resultado de la citología temprana es HSIL y el diagnóstico histológico es NIC1, si la colposcopia es satisfactoria y el canal cervical es negativo, puede optar por realizar una resección diagnóstica o puede realizar una colposcopia y citología cada 6 meses para observación.

Si la NIC1 persiste durante al menos 2 años, se puede realizar un seguimiento o tratarla. Si se elige el tratamiento y la colposcopia es satisfactoria, se puede utilizar la escisión o la ablación. Si la colposcopia no es satisfactoria, la neoplasia intraepitelial cervical afecta el canal cervical o el paciente ha sido tratado previamente, se recomienda la conización diagnóstica.

2. CIN2, CIN3

Las lesiones de CIN2 son más desiguales que las de CIN3. El seguimiento a largo plazo muestra que la regresión es más probable, pero distinguir histológicamente NIC2 de NIC3 es extremadamente difícil. Por lo tanto, para aumentar la seguridad, utilice CIN2 como punto de partida para iniciar el tratamiento.

Tanto NIC2 como NIC3 con colposcopia y diagnóstico histológico satisfactorios pueden tratarse mediante resección o ablación. Excepto en circunstancias especiales como el embarazo, las mujeres con NIC2 y NIC3 no deben someterse a citología ni colposcopia de rutina.

La histerectomía total no debe utilizarse como tratamiento primario o inicial para NIC2 y NIC3.

Prevención de la neoplasia intraepitelial cervical

El 80% de las lesiones precancerosas cervicales pueden curarse mediante una detección y un tratamiento precoces. Además, las mujeres que tienen relaciones sexuales deben someterse a exámenes ginecológicos periódicos, tratar de tratar las enfermedades ginecológicas de manera oportuna, exhaustiva y estandarizada, mantener buenos hábitos de higiene y prestar atención a la salud y la higiene durante las relaciones sexuales. Las mujeres menores de 20 años deben someterse a exámenes ginecológicos periódicos y las mujeres mayores de 20 años deben insistir en realizarse exámenes ginecológicos y colposcopia al menos una vez cada uno o dos años.

1. Controlabilidad. Evite tener relaciones sexuales demasiado pronto, mantenga limpia su vida sexual, no tenga relaciones sexuales durante la menstruación y no realice una limpieza vaginal inadecuada. El matrimonio tardío, la maternidad tardía y una planificación familiar estricta son de gran importancia para reducir la tasa de incidencia.

2. Exploración física periódica. Los exámenes físicos periódicos son una forma eficaz de prevenir y tratar cánceres como el cáncer de cuello uterino. Una vez que se descubre un tumor, se deben tomar medidas inmediatas para el tratamiento.

3. Tratar rápidamente las enfermedades del sistema reproductivo. Si las enfermedades del sistema reproductivo no se tratan a tiempo o no se utiliza el método correcto, se producirá una acumulación prolongada de inflamación, que puede provocar una proliferación atípica de tejidos enfermos y transformarse en cáncer.

4. Presta especial atención a los primeros signos del cáncer de cuello uterino. Si una mujer nota un sangrado vaginal inexplicable, aunque sea una cantidad muy pequeña, no debe ignorarlo. Debe acudir al hospital para que lo examinen a tiempo para ver si hay neoplasia intraepitelial cervical.

Dieta para la neoplasia intraepitelial cervical

Los pacientes con neoplasia intraepitelial cervical no necesitan aumentar deliberadamente su dieta para complementar la nutrición, para no aumentar la carga sobre el cuerpo. Los pacientes deben organizar su dieta de manera razonable, relajarse antes y después de las comidas y mantener un buen humor. Mientras presta atención a su dieta, también debe realizar visitas de seguimiento oportunas y cooperar con el examen del médico.

1. Comer más productos de soja: Las mujeres pueden comer más productos de soja, como tofu, leche de soja, etc. Debido a que los alimentos de soya contienen isoflavonas de soya que las mujeres necesitan, las isoflavonas y la lignina contenidas en los fitoestrógenos son muy beneficiosas para la salud de las mujeres. Además, una dieta de soja puede prevenir eficazmente la invasión y metástasis de las células cancerosas y evitar que la afección empeore.

2. Consuma más alimentos ricos en sangre: las pacientes con neoplasia intraepitelial cervical pueden tener sangrado vaginal irregular o sangrado por contacto. Pueden comer más alimentos ricos en sangre para ayudar a restaurar la sangre. Dichos alimentos incluyen azufaifo, espino, hongo negro, hígado de cerdo, etc. También se pueden consumir adecuadamente alimentos tónicos que fortalecen el bazo y nutren la sangre, como la gelatina de piel de burro y la tortuga de caparazón blando.

3. Suplemento equilibrado de diversas vitaminas: se debe equilibrar el consumo diario de verduras, frutas, lácteos, huevos y carnes. En particular, se puede comer más pescado y carnes magras, que son ricas en zinc y selenio, que pueden prevenir el cáncer.