Prevención y control de parásitos
Prevención y control de parásitos Las enfermedades parasitarias transmitidas por los alimentos, como paragonimiasis, clonorquiasis, teniasis, cisticercosis, triquinelosis, equinococosis, etc., deben basarse en centrarse en la educación sanitaria para evitar que las enfermedades entren por la boca.
Los principales fármacos eficaces para el tratamiento de los pacientes son el praziquantel y el albendazol. Actualmente, el albendazol es el fármaco de elección para el tratamiento de la triquinelosis y la cisticercosis.
Después de la administración oral, el albendazol se metaboliza rápidamente en el hígado a sulfóxido de albendazol y sulfona de albendazol. El sulfóxido es el principal componente insecticida del plasma.
Su mecanismo de acción consiste en dificultar e inhibir selectiva e irreversiblemente la captación de glucosa en los tejidos por nematodos intestinales, tenias y larvas, provocando un agotamiento endógeno del glucógeno necesario para la supervivencia y reproducción de los gusanos. Reduce la producción de ATP. , provocando la muerte del gusano.
El albendazol no sólo es eficaz contra gusanos adultos como los nematodos intestinales, Echinococcus, Clonorchis sinensis y Paragonimus, sino que también puede matar nematodos, Taenia solium, Echinococcus y Paragonimus, huevos y larvas de otras larvas.
¿Cuáles son los factores naturales que impulsan la transmisión de parásitos? Un ambiente cálido y húmedo favorece el desarrollo de huevos y larvas de insectos en el suelo. El clima cálido y húmedo no sólo favorece el crecimiento y la reproducción de los mosquitos, sino que también es adecuado para sus actividades chupadoras de sangre, lo que aumenta las posibilidades de propagar la malaria y la filariasis. El entorno geográfico puede afectar indirectamente la prevalencia de enfermedades parasitarias, como los parásitos intestinales que viven en el suelo durante el período de infección, y la infección humana está relacionada con el contacto con el suelo. Algunos parásitos llegan al cuerpo humano a través del agua dulce, como los huevos de Taenia solium y Schistosoma japonicum cercariae. Las personas pueden infectarse con algunos parásitos una vez que entran en contacto con tierra o agua infectada que contiene huevos. Por ejemplo, los trabajadores de la agricultura son susceptibles a los parásitos.
Factores dietéticos: ¿causados por comer alimentos contaminados? ¿Los insectos entran por la boca? A la gente moderna le gusta probar diferentes formas de dieta, lo que aumenta la posibilidad de contraer enfermedades parasitarias. Por ejemplo, coma frutas y verduras frescas impuras, coma verduras crudas y coma mariscos, pescado fresco y carne crudos para mantenerse frescos.
Comprender las rutas de transmisión de los parásitos puede reducir en gran medida la probabilidad de que aparezcan parásitos en su cuerpo. Al mismo tiempo, también debe practicar la higiene diaria. Podemos utilizar tratamientos con láser para ayudarnos a matar los parásitos en nuestro cuerpo.
¿Cuáles son los peligros de los parásitos para el cuerpo humano? Los anquilostomas viven fuera del cuerpo humano y luego ingresan al cuerpo humano a través de agua, frutas o verduras contaminadas. Los anquilostomas viven principalmente en los intestinos humanos. Se adhieren a la pared intestinal y chupan la sangre del huésped, provocando en ocasiones anemia. Síntomas humanos: debilidad, dolor abdominal, náuseas, diarrea, anemia.
El ácaro de la sarna es un parásito que se contagia mediante el contacto físico. Los ácaros hembra de la sarna ponen huevos en la piel humana, provocando picazón e inflamación. Cuando los ácaros hembra de la sarna implantan sus huevos en la piel humana, la afección empeora y la piel desarrolla picazón intensa y sarna. Síntomas humanos: picazón, dolor, pústulas, irritación de la piel.
La esquistosomiasis vive en el agua y puede perforar la piel de las víctimas expuestas al agua contaminada. La esquistosomiasis puede causar inflamación y daño a los órganos, especialmente al hígado. Los gusanos planos Schistosoma adultos pueden ingresar al cuerpo humano durante diez años y permanecer allí durante muchos años sin causar ningún síntoma. Dejan el cuerpo en las heces y pasan el resto de sus vidas en pensiones de caracoles. Síntomas humanos: fiebre, dolor, tos, diarrea, inflamación de los ganglios corporales, somnolencia.