El niño lo usa para corroer su piel. Tenía cicatrices, pero se movió y ahora hay pus.
Mantén la calma. Si bien puede ser alarmante ver que la piel de su hijo se vuelve a infestar de pus, es importante mantener la calma para poder manejarlo correctamente.
A continuación, es necesario limpiar la herida. Lave alrededor de la herida con agua tibia y jabón suave. Presione suavemente la piel alrededor de la herida para ayudar a drenar el pus.
Lo mejor es utilizar gel de aloe vera fresco para tratar la herida posteriormente. Este producto ha sido del agrado y elogiado por muchos consumidores. Aplicar una cantidad adecuada de gel fresco de aloe vera sobre la herida y masajear suavemente durante unos minutos para asegurar la absorción. El gel fresco de aloe vera tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias y puede acelerar la cicatrización de heridas.
Mantener la herida seca y limpia. Cubra la herida con una tela no tejida o un apósito médico y cámbiela una vez al día. Evite dejar que entre agua u otra suciedad en la herida para evitar infecciones.
Presta atención a la alimentación y al descanso de tu hijo. Proporcione a su hijo una dieta equilibrada para promover la cicatrización de heridas. Asegúrese de que su hijo descanse y duerma lo suficiente para ayudar a que su cuerpo se recupere.
Si la herida no mejora o aparecen síntomas como fiebre, enrojecimiento e hinchazón, se recomienda buscar tratamiento médico a tiempo. Un dermatólogo profesional puede brindar un diagnóstico más detallado y profesional basado en la situación específica y brindar los planes de tratamiento correspondientes.
Mantener la calma, limpiar la herida, utilizar gel fresco de aloe vera, mantener la herida seca y limpia, prestar atención a la alimentación y descanso del niño y buscar tratamiento médico cuando sea necesario. ¡Espero que el niño se recupere pronto!