¿Qué debo hacer si mi hijo tiene miedo?

En primer lugar quiero decir que todos los niños tienen miedos. Este es un fenómeno muy natural en el desarrollo de los niños.

Después de pasar un susto, la mayoría de los niños se deprimen y no quieren comer; algunos tienen noches de insomnio, insomnio, ensoñaciones o delirios repentinos. Algunos gritaron y lloraron y de repente se detuvieron. Cuando los bebés se asustan, la mayoría succiona, tiene sueño o llora. Los niños mayores pueden incluso experimentar alucinaciones y alucinaciones auditivas.

Los bebés suelen llorar cuando están asustados. En este momento, debes acariciarlo suavemente o moverlo suavemente después de acariciarlo, lo que muchas veces puede hacer que se calme o se duerma gradualmente. Intente hacer lo siguiente tanto como sea posible:

1. Trate de mantener el baño lo más silencioso posible, no en un lugar ruidoso.

2. No hables con tu bebé de repente, intenta hablarle en un tono tranquilo y amigable.

3. Puedes abrazar y acariciar a tu bebé con frecuencia y hablarle con una sonrisa.

4. Los bebés recién nacidos anhelan la piel y les gusta que los toquen. Los adultos pueden realizar ejercicios de masaje para bebés a través de la ropa para mejorar su sensación de seguridad.

5. Cuando estés despierto, puedes poner buena música o canciones infantiles, pero el volumen no debe estar demasiado alto.

Lo principal es darle palmaditas y tocarle más. Los niños necesitan expresar su amor de vez en cuando. Necesitas comunicarte más físicamente con él y hacerle saber que lo estás protegiendo a él, no a una cama humana. Dale palmaditas suaves y muévelo de lado a lado usando tu cuerpo como eje. Comunícate con él en su idioma, aunque todavía no lo entiende.

Algunos pequeños remedios:

1. Busque un sello con matasellos, preferiblemente lejos, y quémelo en el suelo, encima de la cabeza del niño, en plena noche, mientras se quema. Pensando: ¡XXX se fue a casa con sus padres!

2. Cuando el niño se vaya a la cama por la noche, coloque los zapatos del niño sobre la almohada o encima de la cabeza, con las puntas de los zapatos hacia la cabeza del niño. Retírelo por la mañana. Jaja, aunque el método es un poco supersticioso, puedes probarlo con tus hijos.

3. Busca una aguja nueva, sin usar (que se usa para coser ropa) y enhebrala con hilo blanco. La longitud de la línea doble es la altura del niño. Coloque la aguja en un recipiente pequeño con agua, coloque el hilo fuera del recipiente y colóquelo sobre la posición de dormir de su hijo por la noche. Si la aguja está oxidada a la mañana siguiente, el niño se asustará y lo dejarán durante tres días (no lo he probado).

En definitiva, no importa si somos supersticiosos o no, siempre y cuando nuestros hijos estén seguros y sanos.