¿Qué pasó con la orina?
Si la orina recién descargada huele a amoníaco, a menudo indica la posibilidad de cistitis crónica y retención urinaria crónica. En personas con cetoacidosis diabética, la orina huele a manzanas podridas. En pacientes con fístula vesical por rectocele, la orina huele a heces. En términos generales, si tu orina huele mal, probablemente estés infectado con E. coli. Además, el consumo de ciertos alimentos y medicamentos, como la cebolla, el ajo y la valeriana, puede provocar que la orina tenga un olor distintivo.
Además, las pacientes suelen confundir el olor local producido por el crecimiento y la reproducción de patógenos en la vagina femenina con el olor de la orina, lo que provoca un aumento de la leucorrea. Teniendo en cuenta los síntomas de vaginitis y cervicitis, se recomienda acudir al departamento de urología del hospital para su examen y diagnóstico. Sólo entonces podremos descubrir la causa y prescribir el medicamento adecuado. f