Cuando los bebés tienen vómitos y diarrea, los padres se sienten muy ansiosos. ¿Cómo pueden mejorar este síntoma de manera efectiva?
La diarrea en bebés y niños pequeños es más común en esta época del año, y entre el 40% y el 70% de estos casos son causados por una infección por rotavirus (llamado así porque parece una rueda). Cuando los niños padecen gastroenteritis por rotavirus, tendrán fiebre, vómitos y heces acuosas, lo que también puede describirse como "sopa de huevo". En la etapa inicial de la gastroenteritis por rotavirus, los niños tienen principalmente fiebre y vómitos. Durante el período de vómitos, es difícil ingerir líquidos. A menudo beben 10 ml de agua y vomitan 20 ml. Entonces, ¿están los padres preparados cuando ataque el monstruo de la rueda?
Debido a que la diarrea en los bebés es causada principalmente por el rotavirus y este virus se encuentra en los alimentos comunes, la mejor manera de prevenir esta enfermedad es infectar la enfermedad buena por la boca. Preste atención a si los biberones y cucharas del bebé se limpian a fondo, desinfecte la vajilla del bebé con frecuencia, cámbiese de ropa y preste atención a la limpieza de las manos. Las manos de adultos y niños deben limpiarse frecuentemente con jabón o desinfectante para manos.
Si el bebé todavía está en etapa de lactancia, entonces esta temporada no es un buen momento para destetarlo. Debido a que la leche materna es rica en inmunoglobulinas, ayuda a mejorar la inmunidad del tracto gastrointestinal de los bebés y niños pequeños, lo que resulta de gran ayuda para resistir enfermedades.
El clima se está volviendo cada vez más frío y el abdomen de los niños es propenso al frío. Los niños con esta enfermedad ya tienen una mayor motilidad intestinal debido a la invasión del virus. Si el abdomen vuelve a enfriarse, la motilidad intestinal disminuirá. Acelere, y la diarrea no solo causará diarrea, sino que también se detendrá, pero empeorará la condición. El curso de la gastroenteritis por rotavirus es de 5 a 7 días. El principal daño para los niños es la deshidratación. Es particularmente importante prevenir y tratar la deshidratación.
Por eso, es importante que los padres observen si sus hijos presentan signos de deshidratación durante este periodo: Por ejemplo, ¿tiene el niño sed? ¿Ha disminuido la producción de orina? ¿Tienes lágrimas cuando lloras? ¿Cómo es la elasticidad de la piel? ¿Está deprimida la fontanela anterior? ¿Estás en un buen estado mental? Cuando un niño está levemente deshidratado, los padres pueden darle algún medicamento bajo la supervisión de un médico y el niño se recuperará por sí solo en 5 a 7 días. Si los padres no están seguros del grado de deshidratación de sus hijos, el primer principio es buscar atención médica lo antes posible. Se les recuerda especialmente a los padres que no traten a sus hijos con antibióticos a la ligera. No cierres puertas y ventanas sólo porque hace más frío y tu bebé tiene miedo de pasar frío. Mantener una buena circulación del aire interior puede reducir la posibilidad de infección viral.