¿Es grave la leucemia linfocítica infantil? ¿Cuáles son los primeros síntomas?
La aparición de la leucemia infantil es una variación cromosómica y genética relacionada con el desarrollo infantil. La mayoría de las veces ocurre en los glóbulos blancos, pero algunos ocurren en otras células. Fiebre: este es el síntoma más común de la leucemia infantil. Si tiene leucemia, su recuento de glóbulos blancos será anormalmente alto. Estos glóbulos blancos anormalmente elevados son células tumorales malignas y no pueden resistir la invasión de patógenos extraños. Por lo tanto, los pacientes con leucemia son propensos a sufrir infecciones, fiebre y recaídas. Debido a la falta de glóbulos blancos normales, especialmente de granulocitos maduros, las funciones normales de defensa del cuerpo se ven afectadas, lo que puede provocar infecciones y fiebre. La incidencia de la leucemia infantil es el sangrado recurrente. En este punto, los padres de bebés deberían prestar más atención. Si a su hijo le sangra la nariz o las encías, hay otras cosas que debe considerar además de estar enojado.
La enfermedad osteoarticular se caracteriza por dolores y molestias sordos y, en ocasiones, dolor intenso en articulaciones como el esternón. Los niños con leucemia linfoblástica aguda suelen tener sensibilidad ósea y dolor en las articulaciones. Los pacientes con inflamación del sistema nervioso pueden experimentar aumento de la presión intracraneal, irritación meníngea, cuadriplejía, etc. Sangrado: Más de la mitad de los niños presentan diversos grados de sangrado, principalmente sangrado en la mucosa nasal, cavidad bucal, encías y piel. En casos graves, la hemorragia interna e intracraneal suele provocar la muerte del niño. Casi el 40% de las enfermedades de la sangre comienzan con una hemorragia. El sangrado puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, incluidas las hemorragias nasales y las encías.