¿Se puede realmente curar la espondilitis anquilosante?
En primer lugar, la fisioterapia
La fisioterapia y mantenerse activo pueden ayudar a mantener la flexibilidad de la columna y ralentizar la progresión de la enfermedad. La rigidez y el dolor de la columna también se pueden prevenir con fisioterapia regular. Los pacientes pueden realizar los ejercicios prescritos en un programa de ejercicio grupal o en un programa de ejercicio individual. En algunos casos también se puede combinar con masajes. La fisioterapia puede ayudar a los pacientes a mover los músculos y otros tejidos blandos para reducir el dolor y mejorar la flexibilidad de los tejidos. La fisioterapia debe ser realizada por un especialista en rehabilitación para prevenir daños a huesos y músculos.
En segundo lugar, la hidroterapia
Otro método de tratamiento para la espondilitis anquilosante es la hidroterapia, que normalmente se realiza bajo el agua y se pueden utilizar baños de hidroterapia especiales. Aquí, el peso del agua ayuda a mejorar el flujo sanguíneo, relajar los músculos y aliviar el dolor.
Algunos pacientes también pueden probar la electroterapia, en la que pequeños pulsos de voltaje y corriente pasan a través de los músculos para aliviar el dolor y promover la curación. También pueden realizar otros ejercicios como natación y yoga. Todos los deportes y ejercicios deben realizarse bajo la supervisión de un terapeuta de atención primaria o un reumatólogo para prevenir lesiones y daños a la médula espinal.
En segundo lugar, los fármacos antiinflamatorios no esteroides
Los AINE tienen dos funciones principales, que pueden ayudar a los pacientes a aliviar el dolor y la inflamación. Los medicamentos más utilizados incluyen ibuprofeno, diclofenaco y naproxeno. Sin embargo, estos medicamentos tienen efectos secundarios como úlceras gástricas y daño renal. Por lo tanto, no es aconsejable el uso continuo a largo plazo.
En algunos pacientes, los AINE y el paracetamol pueden no ser suficientes para aliviar el dolor, y pueden ser necesarios analgésicos opioides o codeína. Los opioides como la codeína pueden causar efectos secundarios como estreñimiento, náuseas y somnolencia, y pueden provocar dependencia y abuso de drogas.
En tercer lugar, los bloqueadores del factor de necrosis tumoral
Los fármacos bloqueadores del TNF se dirigen a la patología real de la enfermedad, no a sus síntomas. El factor de necrosis tumoral (TNF) es una sustancia química producida por las células cuando el tejido se inflama. Los bloqueadores o inhibidores del factor de necrosis tumoral ayudan a suprimir esta inflamación mediada por el factor de necrosis tumoral. Ejemplos de bloqueadores del factor de necrosis tumoral incluyen adalimumab, etanercept, golimumab, etc. El uso de estos fármacos en la espondilitis anquilosante es relativamente nuevo, aunque se han utilizado ampliamente en la artritis reumatoide.
Cuatro. Agentes formadores de hueso
Los suplementos de calcio y los agentes formadores de hueso, como los bifosfonatos, son muy eficaces en el tratamiento de la osteoporosis. La osteoporosis puede ser una complicación de la espondilitis anquilosante. Los bifosfonatos también son eficaces en el tratamiento de la espondilitis anquilosante. Los bifosfonatos, incluidos el alendronato, el resadronato y el zoledronato, se administran en forma de tabletas por vía oral o mediante inyección.
fármacos antirreumáticos verbo (abreviatura de verbo)
Hay disponibles fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad para la artritis reumatoide. Los fármacos antirreumáticos se utilizan para tratar la espondilitis anquilosante, pero son beneficiosos para las articulaciones periféricas como las rodillas, las caderas, los hombros, los tobillos y las muñecas. Se pueden utilizar metotrexato y sulfasalazina.
6. Corticosteroides
Los corticosteroides son medicamentos antiinflamatorios y están disponibles en forma de inyecciones o tabletas en casos agudos. En casos de inflamación de las articulaciones, los corticosteroides también se pueden administrar directamente en la articulación mediante inyección. Esto se llama inyección intraarticular.