De mente estrecha. ¿Por qué?

Debido a que una persona es débil pero tiene miedo de ser intimidada, puede alardear de haber aprendido artes marciales. En el fondo, quiere intimidar a quienes le rodean. He estudiado artes marciales, es mejor no intimidarme.

Tal vez estudió durante unos meses, o aprendió algunos movimientos, o incluso leyó algunos libros y vídeos de Shaolin y Sanda. Sin embargo, es posible que todavía quede un largo camino por recorrer antes de que podamos dominar verdaderamente las artes marciales y poder luchar unas cuantas veces. Él sabe más que nadie cuánto pesa, pero aun así afirma haber aprendido artes marciales. Para decirlo sin rodeos, se dará valor y obtendrá una sensación de seguridad.

Pero alardear es alardear. Está bien presumir de tus vacas de vez en cuando. Si a una persona le gusta alardear, debe ser insegura y culpable. Estas personas son tacañas por naturaleza y no se atreven a ser generosas.

Por otro lado, una persona generosa, optimista, confiada y generosa, naturalmente tiene muchos amigos a su alrededor, es naturalmente una persona con sensación de seguridad y, naturalmente, no hay necesidad de alardear.

Por otro lado, las personas a las que les gusta alardear no suelen ser hostiles porque son inseguras por naturaleza y carecen de confianza en sí mismas, por lo que no se atreven a hacer nada escandaloso.

Desde la perspectiva del llevarse bien.

Cuando conozcas a personas a las que les gusta presumir, préstales más cariño y respeto. Son frágiles de corazón.

Al mismo tiempo, cuando conozcas gente a la que le guste presumir, deberías hacerte un descuento cuando hablen. Aunque sabes que son fanfarrones, pero aun así les crees palabra por palabra, ese es tu coeficiente intelectual.

Sin embargo, aunque no lo creas, no los contradigas superficialmente, porque ese es su manto de seguridad. Eres muy inteligente, ¿por qué tienes que arrancar las cosas que hacen que los demás se sientan seguros? Es como quitarle el maquillaje a una bella colega delante de todos.