Las amigas no deben comer barbacoa durante el primer mes de embarazo.
Riesgo de infección parasitaria
Durante el proceso de asado, los alimentos pueden estar poco cocidos, lo que aumenta el riesgo de infección parasitaria. Un consumo excesivo también puede provocar diarrea, vómitos y otras molestias.
La guindilla estimula la recuperación
Muchas barbacoas añaden guindilla para potenciar el sabor. Esto sin duda es una irritación del tracto gastrointestinal y también afectará la recuperación del organismo.
Riesgo de cáncer causado por la pérdida de nutrientes
Cocinar a la parrilla a altas temperaturas destruirá muchos nutrientes valiosos como proteínas, vitaminas y aminoácidos. El consumo prolongado no sólo provoca una nutrición incompleta, sino que también conlleva riesgos de cáncer.
Enfadarse fácilmente no favorece la recuperación.
La barbacoa es grasosa y contiene una variedad de ingredientes picantes y excitantes. Comer demasiado puede hacerte enojar fácilmente, lo que no es bueno para tu salud.