Un médico en Qingdao, provincia de Shandong, todavía insistía en someterse a una cirugía después de sufrir una fractura en la pierna. ¿Qué clase de espíritu valioso tiene este médico?
Lo primero que hay que decir es entregarse por los demás. Este médico todavía utiliza sus propias heridas para tratar a los pacientes. Todo el mundo conoce el dicho "cien días sólo pasarán factura". Esto muestra la gravedad de la fractura. En cuanto a este médico, como médico, ciertamente conocía la gravedad de la fractura, pero aun así insistió en su opinión. Elegía a sus pacientes entre él y sus pacientes, lo que demostraba plenamente el excelente carácter de sacrificarse como médico. Al mismo tiempo, también muestra su buen carácter desinteresado. De hecho, originalmente fue contratado lesionado. Podría haber dicho que estaba herido y evitar la operación, pero no lo hizo, porque sabía que el paciente lo necesitaba en ese momento y, como médico, también necesitaba estar en la mesa de operaciones en ese momento. Realmente vale la pena aprender esta buena cualidad.
El otro es el amor y la devoción. En la sociedad actual lo que exigimos a nuestros empleados es dedicación a su trabajo y este médico lo encarna perfectamente. Ante las exigencias del trabajo, no optó por escapar, sino que afrontó las dificultades y fue a la batalla a pesar de las heridas. Esta cualidad es absolutamente indispensable para que nuestra nación china continúe hasta el día de hoy. Desde una perspectiva pequeña, esta es la responsabilidad del médico por su profesión, pero desde una perspectiva amplia, ¡esta es la cualidad que tenemos los chinos!
Este médico no solo demostró su ética profesional personal, sino que también demostró las virtudes tradicionales de nuestra nación china. Es digno de aprendizaje y admiración por parte de nuestros compatriotas chinos. También es un modelo para nuestra educación futura. un punto de referencia para nuestra nación china. Este médico no sólo está dedicado a sus deberes, sino que también es lo suficientemente valiente como para afrontar las exigencias y nunca dar marcha atrás. ¡Vale la pena aprender esta cualidad!