Viticultura de jardín y técnicas de poda

A la hora de cultivar y podar la uva de jardín, se debe prestar atención a la preparación del suelo, las técnicas de cultivo, la aplicación de agua y fertilizantes y las técnicas de poda. El suelo debe ser arena suelta y fértil, y los métodos de esquejes o siembra deben usarse para plantar. El riego y la fertilización deben realizarse en una cantidad adecuada, y las podas, como la brotación y el desmoche, deben realizarse de manera oportuna. Cómo cultivar y podar uvas de jardín

1. Preparar el suelo

Si quieres cultivar uvas de jardín, primero debes preparar un suelo adecuado para su crecimiento y Las plantas son adecuadas para crecer en suelos que tengan una estructura suelta y porosa, un buen drenaje y una cierta fertilidad básica. No se debe mezclar con demasiada arcilla y se debe arar y reemplazar periódicamente.

2. Técnicas de cultivo

No existe un método único para cultivar uvas de jardín. En general, además del método de siembra de semillas más natural pero con la tasa de supervivencia más baja, el más utilizado. El método es Con el método de corte, se seleccionan ramas sanas, se cultivan en pequeñas plántulas mediante esquejes y luego se trasplantan al suelo. Dichas plántulas pueden replicar completamente las características de sus plantas madre.

3. Aplicación de agua y fertilizantes

La aplicación de agua y fertilizantes también es una tarea relativamente importante A la hora de regar y fertilizar las uvas, debemos respetar el principio de verlas secas y secas. mojado y regar en una cantidad adecuada. Asegúrese de que el suelo esté húmedo pero no pueda dejar agua estancada. El fertilizante se debe aplicar de manera ligera y frecuente, y se deben realizar ciertos ajustes según la etapa de crecimiento y la temporada de la planta.

4. Técnicas de poda

La poda de la vid consiste principalmente en brotación, desmoche, cuaje y raleo de ramas, etc. El objetivo es ajustar razonablemente el aporte de nutrientes del árbol para asegurar que. los nutrientes que absorbe se pueden suministrar a ramas fructíferas sanas y mejorar sus condiciones de ventilación y transmisión de luz, lo que en última instancia permitirá altos rendimientos y cosechas abundantes ese año.