¿Cuáles son los síntomas del mal en los niños?
1. Fiebre: los niños suelen tener síntomas de fiebre después de la invasión de la energía maligna y la temperatura corporal puede elevarse por encima de los 38 °C. la energía maligna invade el cuerpo, interactuará con la energía saludable. El contrapeso hace que el Yang Qi en el cuerpo aumente, provocando fiebre.
2. Tos: Los niños también pueden tener síntomas de tos causada por espíritus malignos. El sonido de la tos es relativamente bajo y a veces va acompañado de flema. Esto se debe a que el qi maligno invade los pulmones y afecta el funcionamiento normal del qi pulmonar, provocando tos y producción de esputo.
3. Vómitos y diarrea: Los niños pueden presentar síntomas como vómitos y diarrea tras haber sido infectados con espíritus malignos. Esto se debe a que la invasión de factores patógenos en el tracto gastrointestinal afectará el funcionamiento normal del sistema digestivo, provocando que los alimentos no se absorban y digieran completamente, provocando vómitos y diarrea.
4. Falta de energía: Los niños pueden mostrar síntomas de falta de energía después de cometer actos malvados. Esto se debe a que la invasión de espíritus malignos en el cuerpo afectará el funcionamiento normal del qi y la sangre, lo que provocará una disminución de las funciones corporales y, por lo tanto, depresión mental.
5. Otros síntomas: Los niños pueden tener otros síntomas después de ser infectados por espíritus malignos, como dolor de cabeza, dolor corporal, fatiga, etc. Estos síntomas se deben a la invasión de espíritus malignos al cuerpo, afectando las funciones normales de varias partes del cuerpo.
Cabe señalar que los síntomas del mal en los niños varían de persona a persona, y diferentes condiciones físicas y ambientales pueden dar lugar a diferentes manifestaciones. Si descubre que su hijo tiene los síntomas anteriores u otras anomalías, debe buscar tratamiento médico a tiempo y recibir tratamiento de un médico profesional. Al mismo tiempo, los padres también deben prestar atención a la higiene alimentaria y los hábitos de vida de sus hijos para mejorar su inmunidad y prevenir enfermedades.