¿Atrofia cerebelosa sintomática?
La atrofia cerebelosa es un proceso crónico que suele tardar mucho en aparecer y se divide en formas primarias y secundarias.
Por ejemplo, las intoxicaciones y los tumores pueden provocar atrofia cerebelosa. La forma más común de atrofia cerebelosa suele deberse a la genética. Es una mutación genética que hace que el cerebelo pierda su función y el cerebelo mismo se encoja lentamente. Los mismos resultados se manifiestan en el trastorno del equilibrio del paciente, la coordinación inestable de manos y pies, problemas del lenguaje y problemas para caminar, que afectan el trabajo y la vida.
Si tienes síntomas de atrofia cerebelosa, primero debes acudir a un especialista para que evalúe la causa de la atrofia cerebelosa, ya sea hereditaria o adquirida.
Para tratar la atrofia cerebelosa se pueden utilizar algunos fármacos neurotróficos en una fase temprana, como las vitaminas del grupo B, fármacos para dragar los vasos sanguíneos, etc. Si la atrofia cerebelosa alcanza una etapa avanzada, el tratamiento suele ser más difícil.