Red de conocimientos sobre prescripción popular - Conocimientos de oftalmología - El niño sigue vomitando leche y el médico dijo que se debe a un estómago estrecho. ¿Qué debo hacer?

El niño sigue vomitando leche y el médico dijo que se debe a un estómago estrecho. ¿Qué debo hacer?

Es más común que los bebés en la infancia regurgiten leche porque el estómago del bebé es horizontal y tiene una capacidad pequeña, el cardias conectado al esófago es ancho y el efecto de cierre es deficiente. El píloro conectado al intestino delgado está apretado y el bebé a menudo inhala aire cuando se alimenta, lo que puede hacer que la leche regrese fácilmente a la boca y provoque vómitos. Cuando una madre ve a su bebé escupiendo leche por primera vez, puede sentirse preocupada y perdida. De hecho, siempre que prestes atención a las siguientes cuestiones, podrás evitar que tu bebé escupa leche.

1. Adopte una postura de alimentación adecuada: intente sostener al bebé mientras amamanta, de modo que el cuerpo del bebé esté inclinado a unos 45 grados. La leche del estómago fluirá naturalmente hacia el intestino delgado. Reduzca la posibilidad de vómitos en comparación con acostarse para alimentarse.

2. Después de alimentarlo, asegúrese de dejar que el bebé eructe: sosténgalo erguido sobre sus hombros, déle palmaditas suaves en la espalda, déjelo succionar el aire del estómago mientras succiona leche mientras eructa y luego Ponga al bebé. Esto hará que sea más fácil escupir la leche en la cama.

En tercer lugar, no es aconsejable dejar que el bebé se recueste boca arriba inmediatamente después de alimentarse, sino que debe tumbarse de lado durante un rato y luego tumbarse boca arriba.

En cuarto lugar, la cantidad de alimento no debe ser excesiva y la distancia no debe ser demasiado corta.

Después de que el bebé escupe leche, si no hay otras anomalías, generalmente no necesita preocuparse por ello. Mejorará gradualmente en el futuro y no afectará el crecimiento y desarrollo del bebé. La leche de su bebé puede ser como tofu, que es el resultado de la interacción entre la leche y el ácido del estómago. Esto es normal y no hay de qué preocuparse. Sin embargo, si el bebé vomita con frecuencia y vomita un líquido de color amarillo verdoso o marrón, o se acompaña de fiebre, diarrea y otros síntomas, debe acudir al hospital para que lo examinen a tiempo.