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¿Debería recibir inyecciones antiinflamatorias para la uretritis?

Uretritis

La uretritis es una enfermedad común que clínicamente se puede dividir en aguda y crónica. Es más común en mujeres y los patógenos más comunes son Escherichia coli, Streptococcus y Staphylococcus. La uretritis suele ser causada por obstrucción del orificio de la uretra o de la uretra, como fimosis, válvulas uretrales posteriores, estenosis uretral o cálculos o tumores en la uretra, o por inflamación de órganos adyacentes que se extiende a la uretra, como vesiculitis seminal, vaginitis. , cervicitis, etc. A veces, la uretritis puede ser causada por irritación mecánica o química, como instrumentación, catéteres urinarios permanentes, etc.

El síntoma principal de la uretritis aguda en pacientes masculinos es la secreción uretral excesiva, que al principio es mucosa y gradualmente se vuelve purulenta. Es raro en pacientes femeninas. Tanto hombres como mujeres pueden experimentar sensación de ardor, micción frecuente y urgencia al orinar. En casos graves, puede producirse espasmo uretral. El análisis de orina mostró células de pus y glóbulos rojos. En la uretritis crónica, la secreción uretral disminuye gradualmente o una pequeña cantidad de secreción serosa es visible en la abertura uretral solo durante la primera micción de la mañana. Los síntomas de irritación urinaria no son tan evidentes como en la etapa aguda y algunos pacientes pueden ser asintomáticos. La uretritis puede extenderse directamente a la vejiga o la próstata y causar cistitis o prostatitis. Si la uretritis aguda no se trata adecuadamente, puede complicarse con un absceso parauretral, que puede perforar la piel del pene y formar una fístula urinaria. Durante el proceso de curación de la inflamación uretral, la fibrosis puede causar estenosis uretral.

En el diagnóstico de uretritis, además de la historia clínica y los signos físicos, también se requiere tinción de frotis o cultivo bacteriano de las secreciones uretrales para determinar la bacteria causante. Si los pacientes masculinos no tienen secreciones uretrales, deben realizar una prueba de tres tazas (es decir, antes de la uretritis, la orina en la taza 1 es turbia con una gran cantidad de células de pus y glóbulos blancos, y la segunda y tercera tazas son claras. Después de la uretritis, las copas 1 y 3 están turbias con una gran cantidad de células de pus y glóbulos blancos (células de pus y glóbulos blancos, la segunda copa está clara). No utilice instrumentos para el examen uretral durante la fase aguda. La uretritis crónica requiere uretroscopia para determinar la causa. A veces, se puede utilizar una sonda uretral de metal para comprobar si hay estenosis en la uretra y, si es necesario, se puede realizar una uretrografía.

La uretritis aguda se trata con antibióticos combinados con fármacos químicos, con buenos resultados. En los últimos años, el uso combinado de norfloxacino y sulfamidas ha logrado resultados clínicos satisfactorios. El tratamiento general requiere reposo y líquidos adecuados. Se deben evitar las relaciones sexuales durante la fase aguda, de lo contrario se prolongará el curso de la enfermedad. Si hay un orificio uretral externo o una estenosis uretral en la etapa crónica, se debe realizar una dilatación uretral o una cirugía de dehiscencia del orificio uretral externo. Para los pacientes con uretritis posterior crónica que tienen ataques recurrentes a largo plazo y en quienes la medicación sistémica no tiene un efecto evidente, se puede considerar la medicación local en la uretra.

¿Cuáles son los cambios patológicos de la uretritis?

Durante la inflamación aguda de la uretra, el orificio externo de la uretra se enrojece y se hincha con bordes evertidos. La superficie mucosa a menudo está adherida por secreciones serosas o purulentas y, en ocasiones, hay úlceras superficiales. El edema de la mucosa se puede observar bajo el microscopio, incluyendo infiltración de leucocitos, células plasmáticas y linfocitos, telangiectasia, congestión de las glándulas parauretrales o acumulación de células de pus.

Las lesiones de la uretritis crónica se localizan principalmente en la uretra posterior, cuello vesical y zona del trígono vesical, pudiendo en ocasiones extenderse por toda la uretra. La superficie de la mucosa uretral es rugosa y granular de color rojo oscuro, y el orificio uretral externo es más pequeño de lo normal debido a la contracción de la cicatriz. Al microscopio se pueden observar linfocitos, células plasmáticas y una pequeña cantidad de glóbulos blancos, y aumenta la cantidad de fibroblastos.

¿De qué enfermedades hay que distinguir la uretritis?

En primer lugar hay que distinguir la uretritis de la uretritis gonorreica, que es una enfermedad de transmisión sexual con infección específica. Había secreción purulenta en la uretra y la tinción del frotis mostró diplococos gramnegativos en los granulocitos lobulados. En segundo lugar, hay que distinguirla de la uretritis no gonocócica y de la tricomoniasis. Es fácil para las mujeres encontrar la tricomoniasis vaginal, pero para los hombres es difícil encontrarla. Muchas veces es necesario comprobar si debajo del prepucio hay tricomonas, secreciones uretrales, líquido prostático, orina, etc. para realizar un diagnóstico. Además de la uretritis, el síndrome de Reiter también provoca conjuntivitis y artritis.

¿Cómo tratar la uretritis?

La uretritis aguda suele tratarse con antibióticos combinados con fármacos químicos. En los últimos años, la norfloxacina combinada con sulfamidas ha logrado resultados clínicos satisfactorios. El tratamiento general requiere reposo y líquidos adecuados. En la fase aguda se deben evitar las relaciones sexuales a corto plazo, de lo contrario el curso de la enfermedad se prolongará en la fase crónica, si la abertura uretral o la uretra es estrecha se debe realizar dilatación uretral;

Si el paciente tiene irritación del tracto urinario y el tratamiento antibacteriano convencional es ineficaz, y a menos que existan factores que lo compliquen, se debe considerar la posibilidad de micoplasma, clamidia o infección viral, y se puede utilizar primero la tetraciclina.

Si la tetraciclina es resistente, se puede utilizar eritromicina, eritromicina-metilo o roxitromicina. Los medicamentos anteriores son eficaces contra micoplasma y clamidia. Si los tratamientos anteriores aún no son efectivos, puede tratarse de un síndrome uretral agudo.