¿El tumor del estroma intestinal de 9 cm 5,2 cm es un tumor maligno?
2. El cáncer de intestino delgado no es sensible a la radioterapia. El intestino delgado tiene poca tolerancia a la radiación y generalmente no requiere radioterapia. Los sarcomas del intestino delgado son sensibles a la radioterapia. Para el leiomiosarcoma gigante del intestino delgado, la radioterapia preoperatoria de 20 a 30 Gy puede reducir el tamaño del tumor y aumentar las posibilidades de resección quirúrgica. Para pacientes con linfoma del intestino delgado acompañado de metástasis en los ganglios linfáticos mesentéricos, lesiones múltiples, perforación intestinal, formación de fístulas y tumor residual en el borde, se pueden complementar 40 Gy/4 semanas de radioterapia después de la cirugía. Los tumores carcinoides del intestino delgado no son sensibles a la radioterapia, pero en el caso de múltiples metástasis en el hígado, la radioterapia puede aliviar los síntomas.
3. Quimioterapia
El adenocarcinoma de intestino delgado no es sensible a la quimioterapia. Para las personas con cáncer de intestino delgado irresecable, la quimioterapia puede reducir el tamaño del tumor y mejorar los síntomas en pacientes individuales. Los medicamentos de uso común incluyen 5-fu, mmc, ddp, ccnu, etc. La quimioterapia combinada es más eficaz que la quimioterapia con un solo agente. El sarcoma de intestino delgado es sensible a la quimioterapia, especialmente a la ADM, que tiene una tasa de efectividad de más del 65% contra diversas lesiones metastásicas. Para el leiomiosarcoma gigante del intestino delgado, la quimioterapia preoperatoria con fármacos como adm, ddp, ctx, acd y vcr puede reducir el tamaño del tumor, aumentar la actividad tumoral y mejorar la tasa de resección. La quimioterapia debe realizarse después de la resección del linfoma del intestino delgado. Los regímenes de quimioterapia comúnmente utilizados incluyen cop, chop, bacop, etc. Para los casos irresecables, la tasa de supervivencia a 5 años de la quimioterapia es de alrededor del 20% y la radioterapia se puede complementar para la enfermedad residual después de la quimioterapia. Los tumores carcinoides del intestino delgado son sensibles a la estreptozotocina, especialmente en pacientes con metástasis hepáticas que son tratados con intubación de la arteria hepática, con efectos evidentes.