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Conocimientos de divulgación científica para estudiantes de primaria

Seis cápsulas al día para mejorar la inmunidad

Dormir bien: Dormir mal está relacionado con una función reducida del sistema inmunológico. Las células T del cuerpo son responsables de combatir virus y tumores. Si no duerme lo suficiente, la cantidad de células T disminuirá y aumentará la posibilidad de enfermarse. No tienes que dormir durante 8 horas y te despiertas sintiéndote renovado por la mañana.

Haz algo de ejercicio: Haz ejercicio de 30 a 45 minutos todos los días, el número de células inmunitarias aumentará y la resistencia aumentará en consecuencia. Pero si el ejercicio es demasiado extenuante o dura más de una hora, el cuerpo producirá algunas hormonas que suprimen la actividad del sistema inmunológico.

Recibe un masaje: El masaje puede relajar el cuerpo y reducir el estrés. Masajee durante 45 minutos todos los días y su función inmunológica mejorará significativamente después de 1 mes.

Soñar despierto: Soñar despierto durante 5 minutos al día, respirar profundamente y soñar despierto al mismo tiempo puede aumentar el número y la actividad de las células inmunitarias.

Participar en una actividad artística: Reír puede aumentar significativamente el interferón y hacer que las células inmunes sean más activas. Si sientes que te falta sentido del humor, puedes ver más comedias y dibujos animados divertidos. La música puede aumentar los anticuerpos que combaten las infecciones y el cáncer. No importa qué tipo de música te guste, escucharla puede estimular respuestas fisiológicas saludables.

Comunícate con un amigo cercano: las personas con muchos amigos tienen menos probabilidades de resfriarse y tienen una mejor función inmunológica que aquellas con personalidades retraídas. Las investigaciones muestran que las buenas relaciones sociales ayudan a resistir el estrés, reducirlo e influir en la función de las células inmunitarias.

Presta atención a los métodos de calefacción en invierno.

Cuando llega la ola de frío, algunas personas tiemblan y hacen todo lo posible para mantenerse calientes, pero nueve de cada diez métodos no son aconsejables, como por ejemplo:

El rango de calentamiento activo es demasiado fuerte. Realizar más actividades en invierno no sólo puede ejercitar tu cuerpo, sino también mantener alejado el frío. Sin embargo, para las personas mayores, deben hacer ejercicio dentro de sus capacidades. No elija deportes que impliquen demasiado ejercicio. En su lugar, elija deportes con una menor cantidad de ejercicio, como trotar, andar en bicicleta y Tai Chi. Si después del ejercicio se presentan síntomas como mareos, dolor de cabeza, debilidad en las extremidades, opresión en el pecho, dificultad para respirar, insomnio y ensoñaciones, significa que la cantidad de ejercicio es demasiado grande. Debe prestar atención a reducir la cantidad de ejercicio y suspenderlo. ejercicio que es particularmente malo en el tiempo.

El método de calentamiento y enfriamiento ha fallado. Como la mayoría de las personas mayores tienen miedo al frío, les gusta acostarse con una bolsa de agua caliente o usar una manta eléctrica para calentar la cama y mantenerla caliente. Esto a menudo provoca eritema o quemaduras en la piel. Generalmente, cuando la temperatura ambiente alcanza los 18-25 grados Celsius, también es una temperatura adecuada para el cuerpo humano y no es necesario utilizar otros medios de calefacción.

El sol dura demasiado y no puede mantener el calor. Cuando llega el invierno, a algunas personas mayores les gusta llevar a sus nietos a trasladar una silla a la presa para tomar el sol y mantenerse calientes. Esto es algo bueno. Tomar el sol correctamente favorece la absorción de calcio, pero los médicos recuerdan que tomar el sol tiene una determinada temperatura. El tiempo excesivo es perjudicial para el cuerpo porque daña la piel, destruye la barrera natural del cuerpo, permite que sustancias químicas y microorganismos dañinos de la atmósfera invadan el cuerpo y causa infecciones y pérdida de la visión. Especialmente la piel de los bebés y niños pequeños es relativamente delicada y no puede exponerse directamente a la luz directa durante mucho tiempo.

Dormir con la cabeza cubierta es perjudicial para la salud. A algunas personas mayores les gusta dormir con la cabeza cubierta en invierno, pensando que así podrán mantenerse más calientes. Esta forma de dormir es perjudicial para la salud. Por otro lado, a medida que disminuye el contenido de oxígeno en la cama, el dióxido de carbono y otros gases de escape aumentan gradualmente, afectando los movimientos respiratorios normales e incluso provocando asfixia. En segundo lugar, debido al reposo en cama y la falta de oxígeno, es fácil inducir enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.