¿Qué pasó con mi gusto por lo dulce durante el embarazo?
¿Qué les pasa a las mujeres embarazadas que aman los dulces? Las mujeres embarazadas pueden comer dulces con moderación, pero deben controlar la cantidad. Si no comes chocolate, no lo comas.
Si comes demasiados dulces, debes tener cuidado de no contraer diabetes gestacional, que pondrá en peligro la salud de la madre y del feto y también puede provocar osteoporosis.
Si quieres comer dulces, ten cuidado de no comerlos antes de acostarte o con el estómago vacío. Come dulces que sean fáciles de digerir y masticar lentamente.
Comer demasiados dulces puede provocar fácilmente osteoporosis, y la osteoporosis tiene un impacto especialmente grave en el feto, por lo que las mujeres embarazadas deben prestar especial atención.
Las personas a las que les gustan los dulces son propensas a sufrir trastornos en el metabolismo de los carbohidratos en el cuerpo, aumentando la probabilidad de padecer diabetes. El cuerpo de una mujer sufrirá grandes cambios después del embarazo y su capacidad de regulación se verá debilitada. La diabetes durante el embarazo no sólo amenaza la salud de la propia madre, sino que también amenaza la salud del feto.
7 maneras de comer dulces sabiamente. Los dulces son irresistibles. Si no puedes controlar tu amor por los dulces, debes aprender a comerlos con prudencia para evitar que te atormenten los gases o las molestias de indigestión.
1. Come menos: Estos dulces eventualmente se digerirán, pero el tiempo de digestión varía de persona a persona. Debes decidir cuánto comer en función de tu condición física en ese momento.
2. Dar prioridad a los dulces ligeros y fáciles de digerir: Si los dulces contienen menos ingredientes que no sean fáciles de digerir, como menos nata y menos rellenos, también se reducirá la posibilidad de provocar molestias. . Si realmente quieres comer, también puedes dar un paso atrás y comer dulces ligeros que no sean grasosos. ,
3. Evite comer con el estómago vacío: el efecto de absorción de calor es mejor con el estómago vacío y es fácil comer demasiado sin darse cuenta. Si se trata de un postre rico en calorías, como la tarta de queso, lo mejor es utilizar la fibra dietética en la cena para digerirla después de la comida, de modo que se absorban menos calorías y no sea fácil comer más.
4. Evite comer antes de acostarse: acuéstese y duerma después de comer. Los alimentos que no son fáciles de digerir ocuparán espacio en el estómago y causarán fácilmente reflujo ácido, lo que hará que las personas se sientan incómodas. Las calorías pueden acumularse fácilmente y convertirse en grasa y permanecer en el cuerpo;
5. Coma despacio, como si disfrutara del té de la tarde: cuanto más rápido coma dulces, más rápido aumentará el nivel de azúcar en la sangre, lo que hará que las calorías no se puedan consumir y permanezcan en el cuerpo para convertirse en grasa. Coma dulces lentamente como lo haría con el té de la tarde, especialmente los dulces con sabores fuertes, para que su estómago pueda vaciarse y digerirse por etapas. Al mismo tiempo, bebe una taza de té sin azúcar para aliviar la untuosidad.
6. Come dentro de tus posibilidades: Cuando estás cansado o tienes signos de resfriado, suele ir acompañado de una disminución de la digestión. Consumir demasiados postres en este momento hará que la gente se sienta más cansada. Si eres realmente goloso, elige dulces ligeros para reducir la carga de la digestión.
7. Dar prioridad a los postres con frutos secos y frutas: Se da prioridad a los postres que se pueden maridar adecuadamente con frutos secos, frutas frescas o frutos secos porque contienen menos ingredientes dulces y grasos. Los materiales combinados pueden ayudar a la digestión.
Durante el embarazo, las reacciones tempranas del embarazo se reducen o incluso desaparecen, haciendo que el cuerpo esté más cómodo. Al mismo tiempo, el útero no debe ser demasiado grande para que el estómago no se comprima y aumente el apetito. El feto comienza a formar huesos, dientes, rasgos faciales, extremidades y el cerebro comienza a desarrollarse. Por ello, los requerimientos nutricionales en esta etapa son muy importantes. Entonces, ¿qué es lo mejor para comer durante el segundo trimestre? Echemos un vistazo.
1. Proteínas suficientes y de alta calidad
Con el fin de satisfacer las necesidades de crecimiento y desarrollo materno y fetal, y realizar reservas adecuadas para el consumo del parto y la secreción de leche posparto, gestante. Las madres deben aumentar su ingesta de proteínas, consumir de 15 a 25 g más de proteínas cada día que al principio del embarazo. La proteína debe constituir más de la mitad del animal.
2. Cantidad adecuada de grasa
La grasa comienza a acumularse en la pared abdominal, espalda, muslos y otras partes para almacenar energía para el parto y la lactancia. Las mujeres embarazadas deben aumentar adecuadamente la ingesta de aceites vegetales y elegir alimentos ricos en ácidos grasos esenciales como maní, nueces y semillas de sésamo.
3. Ingerir suficientes vitaminas.
La demanda de vitaminas del grupo B, como ácido fólico, vitamina B6 y vitamina C, aumentará durante el segundo trimestre, lo que obliga a las mujeres embarazadas a elegir arroz, harina y cereales para asegurar una ingesta adecuada de vitaminas.
En zonas con pocas horas de sol en el norte, algunas mujeres embarazadas pueden tener deficiencia de vitamina D. Deben prestar atención a comer más alimentos ricos en vitamina D, como pescado de mar, hígado de animal, yemas de huevo, etc.
4. Ingerir suficientes oligoelementos.
En el segundo trimestre se debe prestar la debida atención a la suplementación con alimentos ricos en hierro, como hígado de animal, sangre, carne de res, etc., para prevenir la anemia ferropénica. Al mismo tiempo, la demanda de calcio también aumentará durante el segundo trimestre. En este momento, las mujeres embarazadas deben comer más alimentos ricos en calcio, como leche, productos de soja, camarones secos, algas marinas, etc. ...
Cuando las mujeres embarazadas entran en el tercer trimestre del embarazo, que es lo que solemos llamar periodo perinatal, deben prestar más atención a la seguridad de la madre y del feto. Por ello, además de recibir controles prenatales periódicos, la mujer embarazada también debe tener una vida normal y estar emocionalmente estable. Entonces, ¿cuáles son las precauciones dietéticas en el tercer trimestre del embarazo?
5. La dieta debe ser reducida, rica y variada. Generalmente coma comidas más pequeñas con más frecuencia. Debemos controlar adecuadamente nuestra ingesta de alimentos, especialmente los alimentos ricos en proteínas y grasas. Si se come demasiado de estos alimentos sin restricciones en este momento, el feto crecerá demasiado, lo que provocará ciertas dificultades en el parto.
6. Los alimentos grasos contienen colesterol alto. El exceso de colesterol depositado en la sangre hará que la viscosidad de la sangre aumente bruscamente. Junto con los efectos de las toxinas del embarazo, la presión arterial también aumentará y, en casos graves, puede producirse encefalopatía hipertensiva, como hemorragia cerebral. El condimento de la dieta debe ser ligero, comer menos alimentos salados y la cantidad de sal en la dieta debe controlarse por debajo de los 7 gramos diarios. No es aconsejable beber grandes cantidades de agua.
7. Las mujeres embarazadas deben elegir alimentos de tamaño pequeño y alto valor nutricional, como alimentos de origen animal, y evitar comer alimentos grandes y de bajo valor nutricional, como patatas, batatas, etc., para reducir el estómago. sensación de plenitud. En particular, se requiere una ingesta adecuada de calcio. Las mujeres embarazadas también deben prestar atención a la ingesta de vitaminas mientras consumen alimentos ricos en calcio.
8. Las mujeres embarazadas deben consumir suficientes proteínas de alta calidad y ácidos grasos esenciales, pero las mujeres embarazadas con proteinuria elevada deben limitar su ingesta de proteínas, agua y sal y comer más aceites vegetales. Presta atención al equilibrio nutricional. Debemos controlar la ingesta de sal en nuestra dieta diaria. No debemos comer demasiados alimentos ricos en calorías, dulces, arroz, pan y otros alimentos básicos. Deberíamos comer más huevos, leche, carne y productos de soja que contengan proteínas de alta calidad. Considere también comer alimentos que contengan otros nutrientes.