Ocho revestimientos linguales comunes y su importancia clínica
1. La saburra normal de la lengua es rojiza, fina y blanca.
2. Lengua pálida: La lengua pálida indica deficiencia de Qi y sangre.
3. Saburra roja en la lengua: La saburra roja en la lengua y la textura áspera de la oreja indican calor excesivo.
4. Recubrimiento de equimosis: Hay equimosis en la lengua, lo que indica estasis sanguínea.
5. Saburra blanca y grasosa: la saburra de la lengua es espesa y grasosa y se adhiere estrechamente a la superficie de la lengua y no se puede raspar. Se debe principalmente a la humedad, la flema y el estancamiento de alimentos.
6. Saburra amarilla y grasosa: La saburra espesa y grasosa y las manchas rojas en la punta de la lengua indican acumulación de humedad y calor.
7. Lengua geográfica: La capa de la lengua se cae en forma de mapa, con una forma irregular, un borde ligeramente convexo y, a veces, un desplazamiento parcial. Esto se debe principalmente a una insuficiencia de qi y yin del estómago.
8. Lengua espejo: La superficie de la lengua es tan suave como un espejo, lo que se llama "lengua espejo", lo que indica el qi del estómago y el yin del estómago seco.
Extensión: No ingiera alimentos que puedan decolorar fácilmente su lengua durante el diagnóstico de la lengua, de lo contrario será fácil hacer un diagnóstico erróneo.
Conclusión: El diagnóstico de la lengua es simple y fácil, y los cambios en la lengua pueden reflejar la afección de manera objetiva y precisa, y pueden usarse como una base importante para diagnosticar enfermedades, comprender el desarrollo y los cambios de la afección y clasificar síndromes. Durante miles de años de práctica clínica, el diagnóstico de la lengua se ha probado continuamente y algunas personas incluso piensan que el diagnóstico de la lengua es más importante y confiable que el diagnóstico del pulso. La importancia clínica del diagnóstico de la lengua incluye los siguientes aspectos. 1. Distinguir la profundidad de la enfermedad; 2. Identificar la naturaleza de los factores causantes; 3. Determinar el ascenso y la caída del mal; 4. Analizar la progresión y el retroceso de la enfermedad;