Prevención y tratamiento del síndrome de Sjögren: Actualmente no existe un tratamiento específico para el síndrome de Sjögren. Generalmente se prescriben medicamentos en función del síndrome de Sjögren y las enfermedades que lo acompañan. Las personas con boca y ojos secos pueden tomar de 48 a 72 mg/día de Shuangtang por vía oral para aumentar la secreción de saliva y lágrimas; se pueden colocar en la boca de 0,5 a 2 gotas para los ojos de hidrocortisona o 2 de metilcelulosa antes de las comidas para aliviar el síntoma. Inmunoterapia: la inyección intramuscular de rutina de timosina 10 mg/día puede corregir la función inmune celular baja. El curso del tratamiento es de 3 a 4 meses. Al mismo tiempo, la coenzima Q10, la vitamina E y la medicina tradicional china se pueden tomar por vía oral como tratamiento auxiliar. Si se sigue el tratamiento durante mucho tiempo, los síntomas pueden mejorar y aliviarse. Cuando se produce una infección secundaria de las glándulas salivales o del tracto respiratorio, se deben utilizar medicamentos antibacterianos adecuados para el tratamiento, pero los pacientes con esta enfermedad son propensos a sufrir alergias a los medicamentos.
La aplicación de corticoides e inmunosupresores se debe controlar estrictamente las indicaciones. Para pacientes con enfermedades autoinmunes, glomerulonefritis, derrame pericárdico, etc., se puede considerar la prednisona. , generalmente 20 ~ 30 mg/día. La terapia con pulsos de ciclofosfamida tiene un efecto significativo sobre las células B e inhibe la producción de anticuerpos. La dosis de mantenimiento general es de 100 a 200 mg por día. La artritis reumatoide se puede tratar con prednisona más metotrexato, administrando de 10 a 15 mg por vía intramuscular una vez a la semana. Una vez que los síntomas mejoran, la dosis de hormonas debe reducirse gradualmente y no es necesario usar ciclofosfamida durante un período prolongado. Los inmunosupresores deben suspenderse después de 2 a 3 meses. El curso de la enfermedad es largo y requiere un tratamiento a largo plazo. La mayoría de los pacientes pueden controlar la progresión de la enfermedad. En un proceso de lenta evolución, ocasionalmente puede aparecer un linfoma maligno, de mal pronóstico y que no debe tomarse a la ligera.