¿Por qué no podemos tener un pino acogedor en casa?
Las razones por las que no puedes tener un pino acogedor en casa: el espacio es demasiado pequeño, la luz insuficiente, la ventilación deficiente y el ambiente está contaminado.
1. El espacio es demasiado pequeño
No se puede cultivar pino acogedor en casa porque el espacio en casa es demasiado pequeño y el pino acogedor es de gran tamaño. colóquelo en casa si los miembros de la familia tienen dificultades para moverse, lo mejor es colocar el pino acogedor en un ambiente exterior más espacioso para permitir que la planta crezca mejor.
2. Luz insuficiente
El pino acogedor ama la luz y es adecuado para crecer en un ambiente con suficiente luz, sin embargo, la luz interior es débil y no puede satisfacer las necesidades de crecimiento de las plantas. Por tanto, el pino acogedor no es apto para el cultivo en interior sino que se debe colocar al aire libre en un ambiente soleado para permitir que la planta realice la fotosíntesis con normalidad.
3. Mala ventilación
El pino Yingke tiene ramas y hojas exuberantes, pero el ambiente interior tiene poca ventilación, lo que facilita la reproducción de bacterias y afecta el crecimiento del pino Yingke. Por lo tanto, durante el proceso de reproducción, el pino acogedor debe colocarse en un patio o jardín bien ventilado para proporcionarle un entorno de crecimiento bien ventilado.
4. Contaminación al medio ambiente
Aunque el pino acogedor es una planta de hoja perenne, durante el proceso de crecimiento de la planta, las hojas viejas seguirán cayendo y crecerán hojas nuevas. Si cultivarlo en casa ensuciará el ambiente del hogar y será difícil de limpiar, por lo que el acogedor pino no es adecuado para el cultivo en casa.
Entorno de cultivo
El método de crecimiento de los pinos acogedores es muy extraño. Todos están enraizados en las grietas de las rocas. No hay tierra y las ramas se extienden hacia un lado. Los pinos de Huangshan crecen en todas las montañas y llanuras en un entorno así. La mayoría de sus raíces crecen en el aire, meciéndose con el viento como enredaderas, para recibir mejor la lluvia, el rocío y el sol.